Belfast no queda lejos de Nashville

El irlandés Van Morrison le rinde tributo al country

Pay the Devil
Autores: Leon Payne, Hank Williams, Merle Kilgore, Van Morrison, etc.
Producción: Van Morrison.
Edita: Universal.

Van Morrison comparte con gente como Eric Clapton, por ejemplo, la cualidad de moverse con total autoridad y confianza en tradiciones musicales que no le son propias. En ambos casos, se trata de artistas que sin ser estadounidenses han hecho importantes aportes en esa corriente musical que los nativos de ese país llaman "americana" y que abarca estilos como el country & western, el blues, el jazz y el rock.

Si la guitarra del inglés Clapton es una referencia insoslayable en el blues, lo mismo podría decirse de las canciones de este veterano irlandés respecto a varias de las tradiciones musicales de EE.UU. A lo largo de su fecunda trayectoria, este oriundo de Belfast ha incursionado en el blues, el jazz, el rhytym & blues y el soul. Con este nuevo disco, Van Morrison de alguna manera completa ese mapa musical, ya que por primera vez en su carrera se mete con el country.

Como un homenaje a esas canciones que narran historias de amor y dolor, de alcohol y redención, de nostalgias e ilusiones, de campos y pueblitos, el cantante elige piezas de algunos de los más significativos compositores del country, coo Hank Williams, Rodney Crowell, George Jones y Merle Kilgore. Estos nombres pueden resultar totalmente ignotos en esta parte del mundo, pero lo que hace la voz del irlandés con esas melodías incita a internarse en ese mundo de sombreros de vaqueros, botas tejanas, camisas a cuadros, banjos y guitarras "steel".

Van Morrison no es el único que echa luz sobre el canon country por estos días. La película sobre la vida de Johnny Cash, Johnny & June, es un ejemplo. La polémica que han suscitado las Dixie Chicks, el trío femenino que dijo sentirse avergonzado de ser tejanas como George W. Bush, también ha contribuido. Y hay mucho country en el programa de radio de Bob Dylan, el Theme Time Radio Hour, cuyas sucesivas entregs circulan en Internet.

Voz con fuerza.FIEL - Lo primero que lama la atención de Pay the Devil es el marco sonoro, fiel y respetuoso de la tradición country. Ahí están los violines y las guitarras "steel", sonando como si Van Morrison viviera hace décadas en Nashville, epicentro y Meca del country. Pero no. El disco fue grabado en la ciudad natal de Van Morison, algo que habla del vasto conocimiento del músico acerca del material que eligió para engalanar con su voz de aguardiente. Aún así, Pay the Devil jamás será considerado como un excéntrico desvío de lo que Van Morrison viene haciendo desde que encontró su particular estilo. Sin importar qué género aborde, su presencia se impone por sobre cualquier factor. Al final, cualquiera de sus discos termina siendo sumamente personal. Basta poner Pay the Devil y compararlo con, por ejemplo, What's Wrong With This Picture? (2003) -el tributo al jazz y al blues grabado para el selo Blue Note- para percatarse de las constantes en la música de Van Morrison: esa voz ululante, el intenso compromiso con la canción interpretada, sea propia o ajena, y la madurez con la que los músicos ejecutan el repertorio escogido por el protagonista.

Mayoritariamente compuesto de clásicos, Pay the Devil es un homenaje. Pero el cantante contribuye con tres composiciones de su propia pluma. Tres melodías que, sin llegar a equipara el nivel de los 'standards', no pasan vergüenza alguna a su lado.

En ese recorrido musical por las planicies de EE.UU. hay varios meomentos para atesorar. Pero tal vez sea el fin del trayecto, Til I Gain Control Again, el clímax de este disco. En esa canción, de Rodney Crowell (ex-esposo de Rosanne Cash, hija de Johnny), Van Morrison se desnuda y ruega, por favor, que lo abracen hasta que recupere el control y pueda encarar la vida sin ese amor al que siempre se quiere volver.

Crítica de Fabián Muro, aparecida el domingo 9 de julio de 2006, en el diario El País, de Montevideo, Uruguay.

Aclaración de la AMCU: Si bien el Sr. Muro menciona que esta es la primera incursión de Morrison en el country, realmente es la segunda, ya que en el año 2000 lanzó "You Win Again" junto a Linda Gail Lewis, donde encaró varios clásicos country, entre ellos "Why Don't You Love Me", "You Win Again", "Jambalaya" -los tres de Hank Williams- "Crazy Arms" -clásico de Ray Price, compuesto por Ralph Mooney- entre muchos otros.