Mayorcito de edad
(San Pedro ya cumplió 18)


El San Pedro Country Music Festival ha llegado a la mayoría de edad y muchos hemos crecido, y algunos envejecido, en el mismo transcurso de los años.
Hay infinidad de bandas que han pasado por aquí, muchas han vuelto, otras no. A muchas de las que no han regresado se las extraña. A otras no. Pero tal como la vida misma y con nuestro desarrollo, crecimiento y madurez, están esos amigos que tuvimos, que tenemos y tendremos, pero también aquellos que nunca volvimos a ver.
Así es el festival: algo ya parte de la vida de muchos nosotros. Lo esperamos año a año porque más allá de un enorme evento, se ha convertido en un encuentro social donde, al menos una vez al año, nos reencontramos con muchos a quienes sólo vemos por redes sociales.

Para mucha gente, el festival tiene otro significado: ofrece una entrada extra de dinero que, en tiempos como los que vivimos, no viene nada mal. Restaurantes, bares, taxis, mozos, cocineros, guardias, djs y técnicos de sonido, vendedores de mil cosas, hoteles y sus empleados, supermercados y un largo etcétera reciben a un alto número de turistas dispuestos a pasarla bien.
Y San Pedro los recibe con su mejor sonrisa.

A lo largo de estos años, hemos notado que los asistentes al festival podrían clasificarse en cuatro grandes categorías que aquí compartimos con ustedes. Veamos si están de acuero.

El público.
Además de los turistas, los queridos sampedrinos disfrutan este fin de semana de tres días de música agradable, que les sirve, sobre todo, para socializar. Mesas y sillas plegables, picadita de longaniza y queso, pascualina, milanesas regadas abundantemente con mate, cerveza y vino son los protagonistas mientras que como banda sonora tienen esa música que tocan tipos disfrazados de cobóis en unos casos, y con gorrita en otros. Si una banda no les gusta, no hay problema, ya que a los 20 minutos vendrá otra. En realidad, unos cuantos no parecen diferenciar si en el escenario está Garth Brooks, L-Gante o Javier Milei.

Abuelos y nietos, parejas, vaqueros, rockabileros, padres y madres, hijos, solitarios, jubilados, músicos, curiosos, vendedores de lo que sea, vecinos, bailarines de rock, de country, de line dance, motoqueros, clowns, argentinos, uruguayos, chilenos, peruanos, mejicanos, yankis, periodistas, fotógrafos, envidiosos, todos llegan al predio.

Otros miembros del público son las chicas de ropa ajustada y maquillaje, en poses, y que van para lucirse y hacerse ver. También chicos, con aire de cowboy de Marlboro, y que con cerveza en mano, relojean a las chicas en poses y que van para lucirse y hacerse ver.

Los que trabajan
L
os Facebook en vivo de Mariana Piola y sus fotos, las fotos de Emma Laurino, los fotógrafos Camacho y Risso, los chicos del audio NonStop, el Turco Ibañez, el equipo de la empresa Ultra Comunicación y la presencia de Gustavo Laurino, siempre marcando el territorio con ojo avizor.

Músicos
Músicos que además de venir a brindar su show, recorren el predio, algunos criticando cruelmente a los colegas en el escenario, otros elogiando a más no poder a otros amigos en acción. Algunos tomando ideas, otros vendiendo sus cds, pins e ainda máis.

Bailarines de line dance.
La mañana del domingo dista mucho de la solitaria, taciturna imagen de la canción “Sunday Morning Coming Down” de Kris Kristofferson: suenan las campanas y mientras algunos responden a la convocatoria de la iglesia, troupes de bailarines o line dancers acuden al llamado del All Together para bailar juntos una coreografía previamente acordada.
Es el momento en el que parece imperar un clima de camaradería, lo cual es bueno porque, en general, se ha notado a lo largo de los años cierto aire de competencia entre los distintos grupos, academias, institutos o como gusten autodenominarse: quién fue el primero en subir a bailar al escenario, o quién fue primero en bailar con tal o cual artista, quién fue el primero en aparecer en tal programa de la tele o quién fue el primero en bailar en la Luna.
En el predio del festival, se notan los grupos bien diferenciados tanto por su indumentaria o por sus coreografías. Bailan de todo, incluso canciones imbailables. Son capaces de danzar hasta si les ponen un disco con chistes de Carlitos Balá.

Ahora sí, vamos al vistazo de tres días de festival, tres.

VIERNES
ROCKABILLY TRIO

Castillo ya está acostumbrado a ser el primero siempre y no es algo fácil calentar la cancha para los que vienen. Este es un curioso trío de cuatro músicos que presentaron varios medleys con “That’s All Right, Mama” y “Blue Moon of Kentucky” hasta “Boppin’ the Blues” a “Formitox Boogie”, alternando Castillo y Darío Enriquez como vocalistas, en inglés y en español. Compinches musicales desde hace muchos años, ellos se quedan en su zona de confort, que es el rockabilly clásico y lo hacen muy bien.

LEYENDAS
Ivana Giménez es la vocalista de esta estupenda banda que se pasea por el country y el rock clásico con suma comodidad. Comenzaron con una furibunda versión de “My Boy Elvis” de Janis Martin para seguir con un medley de temas góspel pero con tempo rápido, algo no muy común en este tipo de himnos religiosos. Luego de “Just a Closer Walk with Thee” y “How Great Thou Art” dejaron la iglesia detrás para ir a “Going up the Country” de Canned Heat y “Drivin’ Wheel” de Robert Gordon. Fue una presentación enérgica, altamente disfrutable de temas clásicos que nos dejaron con ganas de un show más largo. Especiales felicitaciones para el pianista.

OLD RICHARD
Vuelve Ricardo Ferrara, conocido artísticamente como Old Richard, el dylanesco predicador de look apocalíptico, como siempre acompañado por músicos de primera que elevan el show. Con Fernando Couto y Mariano Villano encabezando la banda, Old Richard interpreta canciones básicamente suyas como “Maureen”, “Old Destination” y “Getting Ready”, entre otras.
Richard no es un gran cantante pero canta lo que le queda cómodo, pero convengamos que su gran influencia, Bob Dylan, tampoco destacó mucho por su canto, aunque sí por sus composiciones y así es el caso de Richard.
Buen show, aunque con canciones no masivamente conocidas.

MARIANO VILLANO
La polenta de Villano es envidiable y le pone a sus shows una onda que muchos otros podrían copiar. “Sí, claro, es un pibe”, dirán algunos veteranos. No sé, pero me lo imagino a Mariano en un lejano futuro con el mismo ímpetu en sus shows. Se ve que ama lo que hace o por lo menos eso es lo que transmite. Gran guitarrista y muy bueno con la armónica, nos deja temas principalmente suyos como “Si a vos te parece bien” o “El lado gris”. Sin duda, este es nuestro Villano favorito.

CLAN FARSANTE
El debut de este cuarteto fue una de las buenas sorpresas del festival. Su comienzo con una buena guitarra Steel y un toque hankwilliamesco con “Tres deseos” trajo una interesante propuesta de country en español que, aparentemente, los Clan Farsante ya han paseado por varios festivales de rockabilly en Argentina. Destacable es “Viernes al atardecer” por parte de un grupo de farsantes a quienes vale la pena creer. Esperamos que vuelvan.

NO WAY
Plantados en el country clásico, esta banda liderada por Sergio Groppa brindó correctas versiones de “Workin’ Man’s Blues” de Haggard, “Fallin’ & Flyin’” del fime “Crazy Heart”, “Brother Highway” de Ned Ledoux, “Good Ol’ Boys” de Jennings y “Premonition” del infaltable Fogerty, y dejó lo más jugoso para lo último con “The Leaving of Liverpool” de la banda inglesa/irlandesa The Pogues. Realmente, nos quedamos con ganas de más de este último tipo de Irish music, ya que pocas muestras hay en el festival y a los No Way les salió bastante bien.

KING BEE
Una de las bandas que más ha estado en este escenario, los locales King Bee volvieron con su conocida propuesta de blues clásico que, como siempre, brindaron en un gran show. En un set donde se destacó “My Babe”, Cristian Mamberto y Eduardo Della Bruna sonaron como los Blues Brothers sampedrinos, pero a diferencia de Jake y Elwood, ellos no bailan pero sí hacen bailar.

ALEX VIERA Y GLENN TAYLOR
Luego de algún tiempo de ausencia por San Pedro, Alejandro Viera volvió con esta ecléctica propuesta en compañía de su compinche Glenn Taylor. Variado fue el repertorio desde el western swing de “My Window Faces the South” al honky tonk de Buck Owens con “Love’s Gonna Live Here” o el boogie woogie de “Route 66” hasta los sonidos más clásicos de “Honky Tonk Blues”, “Roly Poly” y “Hey, Good-lookin’” –estos dos últimos a cargo de Taylor.
Fue un set que recordó varias épocas, con las voces suaves de Viera y Taylor que, quizás, requerían un poco más de café en alguno de los temas. Acompañaron Eduardo Campanella en bajo y Fabio Baudo en batería completando este uruguayo/norteamericano elenco.

REBECA CALDERA
Rebeca tiene una de las más cálidas voces del festival. Por razones personales, por varios años no se presentó, pero ante la insistente invitación de la organización, decidió aceptar y llegó con un repertorio muy intimista que mostraba esos momentos que ha vivido. Su set incluyó de todo, desde “Blackbird” de los Beatles, a “No One Needs to Know” de Shania Twain o “Landslide” de Fleetwood Mac.
La acompañaron Alejandro Viera en guitarra y Glenn Taylor en guitarra Steel y lejos de intentar un protagonismo que era todo de Rebeca, subrayaron climas y crearon momentos muy sutiles como respaldo de la cantante.

FRANK JACKET Y LOS DEL RIO SECO
De Chile y como en ocasiones anteriores, Francisco Diaz Orellana -conocido artísticamente como Frank Jacket- llegó a dar una clase de country retro, con su sonido archiclásico y sus acompañantes, los Del Rio Seco. Los cuatro dejaron temas de Hank Williams, según Jacket “el tipo que inventó toda esta porquería”. “You Win Again”, “Another Lonesome Morning” de Emmylou Harris, “Bye, Bye Love” de los Everly Brothers y “Before the Next Teardrop Falls” de Freddy Fender fueron algunos de los temas que pasaron en su set de Rockabilly/Swingabilly/Honky Tonk.
Jacket es un artista sobresaliente, inusual para estos lares, y que por suerte podemos disfrutar en este festival.

JOHNNY & JUNE
Matías Montero y Patricia Mancini nuevamente llegaron con su sobresaliente tributo a Johnny Cash y June Carter. Montero no suena igual a Cash pero sí posee una voz grave y profunda como la del Hombre de Negro. Su tributo no sólo pasa por lo musical sino que además ha estudiado minuciosamente los movimientos, desplazamientos y poses del legendario cantante norteamericano y quienes estén familiarizados y hayan visto conciertos de Cash podrán corroborar este toque extra. Esto muestra un amor y una responsabilidad por hacer algo de alto nivel que, indudablemente, el público disfruta y también respeta. “Folsom Prison Blues”, “I Walk the Line” y “Jackson” –con Mancini, que además hizo “Wildwood Flower”- fueron los puntos altos del show. Se extrañó “Jukebox Blues”, que a Mancini le sale tan bien.

LA TABA COUNTRY
El cuarteto llegó con un repertorio propio, canciones que seguramente conocen sus seguidores pero la verdad, en lo personal no nos son familiares en lo absoluto. Como artista, se debe tener presente el lugar donde uno se va a presentar a tocar y más allá de que sus seguidores estén presentes, tener en cuenta que hay muchos más que seguramente no conocerán el repertorio. Por eso es menester presentar los temas y además, construir un puente con el público haciendo algún tema que masivamente sean conocidos.
De todos modos, se mostraron como una buena banda, profesional y con ensayos y con un buen vocalista.

LAJTAVARY FAMILY BAND
André es el Jed Clampett del festival y tal como los legendarios Clampetts de los Beverly Ricos, él llega con su pinta de montañés y parte de su familia a brindar clásicos del country. Como escribimos hace años, él nunca deja de innovar en sus shows y entonces, además de recurrir a sus clásicas “Okie From Muskogee” agrega este año versiones de “Adalida” de George Strait, “Dinero” de los Texas Tornados y “Husband Hunting” de Lynn Anderson –ésta a cargo de Susana Benedek, esposa de André-.
Lindo show, simpático, agradable, que devuelve el “country” al nombre del festival. Mención aparte para la gran participación de José Luis Gómez en banjo.

ESTACION 39
Fue un lujo la actuación de este quinteto que convocó los espíritus de Lester Flatt y Earl Scruggs, de los Osborne Brothers, de la Familia Carter, de Bill Monroe, con clásicos como “Salty Dog”, “Lonesome Feeling”, “Rocky Top” y la exquisita balada de Jed Clampett.
La performance de la banda fue absolutamente hipnotizante y fue un deleite verlos tomar los solos para luego retomar toda la banda estas canciones eternas que evocan el pasto verde de Kentucky, pero en San Pedro. Maravillosos.

SAN FOLK
Hace algunos años apareció en el festival la sampedrina Basiliki Spiropulos, chica de nombre complicado si los hay y muy poco country para decir la verdad. En aquellas ocasiones encaraba temas de Myley Cyrus y Bob Dylan en su repertorio y este año volvió pero con material más enérgico. Abrió con “Burning Love” y no sonó mal pero quizás le faltó un poco de fuerza para ese arranque. Siguieron temas de Shania Twain y Whitney Houston que estuvieron correctos y se animó a “I Will Always Love You” que le salió bastante bien. “Life is a Highway” fue la joyita del set que mostró que Basiliki ha ganado una experiencia que la muestra segura en el escenario.

PETUNIA & THE VIPERS
Otra de las grandes y bienvenidas sorpresas del festival fue la actuación del canadiense Petunia, cantante, compositor y actor llegado desde Vancouver. Con un aspecto absolutamente reminiscente de Hank Williams, Petunia se despachó con lo que suele llamarse Dark Country o Gothic Country y toques de Western (no Western Swing) y no es extraño que su histrionismo lo haya reunido con artistas como Sierra Ferrell, por dar un ejemplo. Su voz, su actuación y su estupendo yodeling fueron absolutamente deslumbrantes con creaciones propias que parecían escapadas de algún viejo western de los 40s o de una película dirigida por David Lynch. El clásico “Lovesick Blues” convocó a Williams que siguió presente con “Lonesome”, otro tema propio con referencias al Shakespeare hillbilly.
Cumpliéndose 100 años del nacimiento de Hank Williams, Petunia & The Vipers brindaron un concierto que lindó con una sesión espiritista. ¡Ojalá que vuelva!

THE HILLBILLY’S BAND
Poderoso comienzo con “Seven Bridges Road”, viejo clásico country que dio lugar al country pop de Shania Twain y “Love Gets Me Every Time” y siguió con “Black Horse and the Cherry Tree” de KT Tunstall para volver a “Never Ending Song of Love”, una joyita de Delaney & Bonnie que ha sido grabada por decenas de artistas country, desde Dickey Lee a Ray Charles. “Still the One” de Twain fue seguida por “Hello, Mary Lou” a dúo. “Lookin’ Out My Front Door” sonó linda, pero a esta altura, sería recomendable obviar temas creedenciescos.
Esta agrupación fue otra de las buenísimas sorpresas del evento: es una banda sólida, con una selección country variada y de todas las épocas y con una vocalista que canta muy cómodamente.

THE REASON
Buena banda de covers rock y funky, con absolutamente nada de country. Sonaron fuertes, seguros, con una muy destacable vocalista y brindaron canciones para un festival de rock, entre ellas “The Power of Love” de Huey Lewis y la muy apropiada “I Love Rock’n’Roll” de Joan Jett & The Blackhearts. Chicos muy profesionales pero con menos country que Jackie Chan.

MAVERICK COUNTRY BAND
Nuevamente, la banda que de más lejos llega al festival brindó su country estilo 90s con altos momentos como “Brothers of the Highway” de George Strait, pero también llegó una buena versión de “El Fantasma de Canterville”, al estilo de la de León Gieco, que sonó muy bien en el set. Reiteramos lo que ya hemos mencionado en comentarios de otros años: las canciones están bien encaradas, pero a veces la banda las alarga con solos instrumentales que lo único que logran es que no puedan interpretar más canciones como podrían.

NATY BRAVO
Su tributo a Shania Twain es ya un clásico y cada vez le sale mejor. “Rock this Country!”, “Whose Bed Have Your Boots Been Under?”, “Giddy up!” y “Man, I Feel Like a Woman” estuvieron firmes a la cita pero consciente de que un tributo de estas características la limita bastante, ya que cada año el repertorio es similar, este año Bravo recurrió a otra reina del pop country como lo es Taylor Swift y se despachó con “You Belong With Me” Siguieron “Dressed for Success” de Roxette y volviendo al country, terminó con “Me & Bobby McGee” en versión reminiscente a la de Reba McEntire.
Buena vocalista, buena banda y, en resumen, buen show.

FER COUTO’S WANDERING SOULS
Bandaza es la que se trae siempre Fer Couto, que cuenta además vocalmente con Gise Calabrese y Mariano Villano para un repertorio que trajo desde temas camioneros como “Roll On” de J.J. Cale, country-rock como “I’ll Make Love to You” de Eric Clapton, y country clásico como el estupendo “That’s How I Got to Memphis” de Tom T. Hall, añadiendo por ahí algunos toques de blues, funky y sandrescos.
Couto trae siempre sets variados, distintos, nunca se queda con lo mismo del año anterior y eso hace que uno espere con ansias la propuesta de cada festival. Es como un historiador de la música: ¿podría decirse que es el Marty Stuart de San Pedro?
Mención aparte es la estética visual de la banda: desde la predominancia del color negro y lentes de sol hasta las posturas físicas de los músicos proyectando líneas con brazos y piernas, dan un aspecto, en general, muy distinto y pictórico a su presentación. ¡Y hasta un mago con galera!

FAR WEST
Si bien hay alguna que otras destacadas bandas –Fogerteam, Fortunate Sons- que hacen también homenaje a la legendaria banda Creedence Clearwater Revival, en esta oportunidad fue Far West la que se llevó la responsabilidad del tributo de este año. Desde ya hace un tiempo (y luego de variar vocalistas con buenos y malos resultados), la banda finalmente ha logrado un sonido definitivo que hace que sea totalmente prescindible escuchar otros temas de CCR hechos por otros. Realmente chicos ¿es necesario hacer temas de CCR cuando saben que ya va a estar una banda como Far West, que los hace tan bien, tan ajustados y tan prolijos? ¿Para qué meterse a encarar canciones en las que esta banda da cátedra? “Hey Tonight”, “Lookin’ Out My Back Door”, “Green River”, “Before You Accuse Me” y “Travelin’ Band” fueron parte de un set muy efectivo.

SABADO
DEEP SOUTH
El set comenzó con una correcta pero innecesaria “Lookin’ Out My Back Door” para seguir con “Let Your Momma Go” de Anne Tayler, “Country Girl, Shake it for Me” de Luke Bryan. Creo que los nombres de los cantantes son Ivette Iglesias e Iván Rey; tanto individualmente como en dúo se muestran sólidos y se complementan muy bien. Otros temas que siguieron fueron “Footloose” y “I Like it, I Love it” como parte de un repertorio pegadizo y, aparentemente, especialmente dirigido a los bailarines.

PROYECTO COUNTRY
Es muy curioso pero altamente valorable que alguien recuerde a una banda como Desert Rose Band, pero Proyecto Country lo hace con “One Step Forward”. Siguieron luego con terreno conocido como “Jolene” de Parton, “Two More Bottles of Wine” de Emmylou Harris –que les salió buenísima-, entre otras. La banda suena muy compacta y prolija y cuenta con dos buenas vocalistas, así como con la efectiva colaboración vocal de Bruno Nesci con un twang muy campirano. Felicitaciones por el proyecto.

LA BLUE’S AYRES BAND
La banda de Palermo que siempre se presenta bajo la guía de Julian Eiriz, trajo su buen mix de rock, blues y country, o Rock and Roll Rutero, como ellos lo llaman. Este año aparentemente estuvieron más roqueros y bluseros que en el pasado y entre temas propios también encararon algún clásico como “Before You Accuse Me” y “Ruta 66”, con especial lucimiento para su saxofonista y para la invitada especial, Aldi Leguizamón en una muy destacable actuación.

THE THREE OF QUARANTINE
Obviamente son tres y obviamente se deben haber juntado durante la cuarentena médica de los pasados años. Con un enfoque totalmente acústico, este trío de country, folk y góspel comenzó con una curiosa, distinta e interesante versión de “Ring of Fire” de Cash, se fueron volcando a algo más roquero para volver al campo acústico con “Take Me Home, Country Roads”. El trío brindó una interesante propuesta acústica y vocal que agradó al público.

LA ROCKABILERA DEL SUR
Haciendo bailar a todos en el polvoriento pasto del predio, la Rockabilera brinda buen rockabilly y rock en español. "Voy a llevar mi muñeca a rockanrrolear" cantan la Rockabilera y logran que gente se baile todo. Son siempre muy efectivos y bailables.

THE MAHOGANYS
Esta es la banda que otrora hacía rockabilly, country clásico, temas de Patsy Cline, etc. etc. La verdad, que quedamos desconcertados esta vez. No podemos ubicar las canciones que hicieron. Fue un set lento, muy…¿reflexivo, quizás? La voz de la joven Calabrese impecable como siempre, pero el material fue desconcertante por momentos.

BRONCO
La banda que viene de Totoras trae, como siempre, a sus seguidores que conocen sus canciones al detalle. Es tremendo ver la fidelidad de sus fans que corean las canciones interpretadas por Hernán Marcellino, especialmente “Gente de pueblo”. Una vez más es destacable mencionar el recurso del yodeling, no muy usado en el festival, y en el que Marcellino se luce.

CHERRY COLLINS – ORBISONGS
Oriundos de San Nicolás, los Cherry Collins solían traer un estupendo repertorio de clásicos de rockabilly, generalmente éxitos de Elvis Presley. Hace un tiempo se les ocurrió este show en homenaje a Roy Orbison, un artista que no suele asociarse al género country. El asunto es que Roy (The Big “O” of Country Music, como algunos le llamaban) hizo mucha y muy buena música country desde su surgimiento con los Wink Westerners de Texas hasta sus últimos días, producido por Jeff Lynne. Y los Cherry Collins decidieron hacer el más original tributo que otras bandas no hacen, con temas como “California Blue”, “Heartbreak Radio” (recomiendo escuchar una excelente version de Kim Carnes), e, inevitablemente, “Pretty Woman”.
The Big “O” debe estar contento de que haya tantos que aún lo recuerdan y lo homenajean tan bien.

RENEGADES COUNTRY BAND
Vini, vidi, vinci: recordando la popular frase de Julio César, la gente de Chile llegó a San Pedro, vió lo que había, brindaron su show y se metieron a todos en el bolsillo. Indudablemente, fue una victoria producto de un show estupendo –de los mejores del festival- con un acertado y aceitado repertorio que incluyó todo tipo de country, desde rock sureño a country pop, desde rockabilly hasta Texas country y como ejemplos brillaron “Blue Moon of Kentucky”, “Queen of Hearts”, “The Bug”, “I’m Just an Old Chunk of Coal”, “Jolene” y “Sweet Home, Alabama”. Chile muy bien representado.

GABRIEL GRÄTZER
Al igual que en ocasiones anteriores, Gratzer –como solista o con los Big Tequilas- vuelve a maravillar con ese viaje musical al que nos tiene acostumbrados, por el Sur profundo de Estados Unidos: Georgia, Carolina del Sur, Alabama y Nueva Orleans son convocados por el repertorio de este maestro. Realmente y esto no es chiste, tuve la posibilidad de visitar Nueva Orleans en enero y caminando al costado del Mississippi y escuchando a músicos locales, inmediatamente me acordé de este argentino. “My Baby Left Me” y “Pick a Bale of Cotton” son de las favoritas, con esta última coreada por el público. Otro artista que no ha faltado nunca al festival y que no se puede dejar de invitar.

CHARLIE CALLTHROP
La verdad, la verdad…nos gusta mucho más la versión de “Carolina” que hace Callthrop que la original de Virus y con esta tremenda lectura él abrió su set, que incluyó material de su ídolo Johnny Tedesco (“Ven corazón”) para dirigirse a la música de esos artistas de habla inglesa que él tanto admira como Buddy Holly (“Rave On!”) o Eddie Cochran (“Skinny Jim”). Al igual que Gratzer, Callthrop también nos lleva en un viaje al roquero Sur de Estados Unidos, a esos años 50 que nunca vivimos de adolescentes pero que deseamos cada vez que escuchamos estas canciones tan bien interpretadas. Felicitaciones especiales para el Jerry Lee Lewis de San Pedro: Víctor Pérez en teclas.

PASTO LOCO
Aunque ausente del escenario sampedrino desde hace un buen tiempo, el regreso de Pasto Loco fue celebrado porque es una banda que nunca defrauda: uno sabe de primera que se encuentra frente a una de las mejores agrupaciones country de Argentina, una que incluye además, algunas visitas a otros estilos aunque esta vez la presencia country fue fuerte. Quizás al comienzo faltó la fuerza, la energía que fue ganando a lo largo del repertorio. El set fue tranquilo, suave, comenzando con un éxito de Keith Urban (“Somebody Like You”), siguiendo con varias lunas en “Harvest Moon” de Neil Young y “Neon Moon” de Brooks & Dunn. Como invitado especial, Henry Donati se sumó a la gran vocalista que es Victoria Sarinelli en “The Bottle Let Me Down” de Haggard y siguieron con Patty Loveless y “Blame It On Your Heart”, uno de los favoritos de la banda. Finalizando el set, “Folsom Prison Blues” puso el broche final a un retorno esperado.

OCHENTA NOVENTA
“En la ciudad de la furia” de Soda Stereo, “Lamento Boliviano” de los Enanitos Verdes, “Seminare” y “El Fantasma de Canterville” ambas de Charly García y “Ruta 66” fueron parte del set de esta banda que hizo estas composiciones todas en español y de artistas totalmente ajenos al estilo country.
Las dos vocalistas son muy buenas y la banda sonó con energía, y hasta le metieron un banjo por ahí para que sonara countrificado, pero creemos que tanto material ajeno al género no está bueno, más teniendo en cuenta lo rica que es la Música Country.

ANGRY ZETA
Los Angry Zeta vuelven a traer su delirante humor ya característico de esta desaforada pero altamente profesional banda. A primera vista podría pasar como un grupo donde hacen lo que venga, pero realmente, afinando el ojo, no sólo son tremendos músicos sino que tienen claro qué gesto y qué mueca van a hacer y cuando. El efecto en el público es impresionante: los AZ logran que todos bailen, canten, se agachen y griten en un éxtasis que pocas bandas crean. “Sittin’ on Top of the World” y especialmente “I Saw the Light” hicieron delirar a muchos. No pueden, no deben faltar en un festival de estas características.

TANNA RAMPONI CON ANNIE JANE MERKLEY Y BLANCA HIRIART
“Old Weakness (Comin’ on Strong)” es una canción grabada por varios artistas, desde Delbert McClinton a Patty Loveless y Tanya Tucker. El desafío de hacerla es grande pero Ramponi sale airosa en el intento. Siguió luego con “Your Good Girl’s Gonna Go Bad” donde sonó mejor ella sola que con las armonías de sus compañeras, lo cual se repitió en “Silver Threads & Golden Needles”.
La participación de Annie Jane Merkley fue muy peculiar y enlenteció el set, con dos canciones lentas y de propia composición que sonaron ajenas frente a los clásicos encarados antes. Blanca Hiriart sonó correcta con su versión de “I Wanna Do It All” de Terri Clark en un set donde la potente voz de Ramponi llevó las de ganar.

NO BULL
El comienzo de la presentación de No Bull incluyó el medley de “Good Ol’ Boys” con “Secret Agent Man” y “Runaway”. “Callin’ Baton Rouge”, “Peaceful Easy Feelin’” de Garth Brooks y los Eagles respectivamente sonaron muy bien junto a composiciones de la banda como “The Way” de Fernando Bellini, quien tiene la habilidad de hacer canciones que no desentonan para nada con las demás extranjeras, que tienen gancho radial y que son absolutamente originales. El final fue para “Suspicious Minds” con la mejor versión que suena en el escenario sampedrino.

TENNESSEE COUNTRY
Aquellos que no se manejen bien con el idioma inglés encuentran en Tennessee una banda que se preocupa por traducir bastante adecuadamente varios clásicos del country. Así, el grupo trae “Chattahoochee” y “Little Bitty” mientras que luego traen sus temas propios cuyos títulos realmente desconocemos. Los fans de la banda, contentos, los conocen todos y los bailan y corean.
Mención especial para el violinista de Tennessee: tremendo!!

MELODY & CO
Melody ha sabido quitar histrionismo a su presentación, controlándolo y canalizándolo hacia algo enérgico sin que quite protagonismo a la música. Vocalmente, la joven tiene una gama amplia y su repertorio es siempre cambiante: este año nos brindó “Red” de Taylor Swift, “Burning Love” de Elvis Presley, “Hate My Heart” de Carrie Underwood, “Long As I Can See the Light” de Creedence Clearwater Revival y hasta“Born to Be Wild” de Steppenwolf, o sea, va de lo nuevo a lo viejo, siempre adecuando las páginas a su estilo y el resultado le sale muy bien.

MACK STEVENS & THE SONS OF SAM
Stevens viene de una formación de country tradicional y rockabilera, con influencia de artistas como Warren Smith o Johnny Carroll. Es un artista frenético, una aplanadora que evidentemente disfruta lo que hace y lo comunica con mucha facilidad. La nueva formación –por lo menos para este festival- son The Sons of Sam, que lo acompañan a la perfección. “Drinkin’ Wine Spo-dee-o-dee” con un divertido coro de la banda, pasando por “Greenback Dollar Watch & Chain” de Ray Harris, “I Walk the Line” de Cash, “Rockin’ Daddy” de Sonny Fisher, “Blues Stop Knockin’” de Al Ferrier y “There’s Good Rockin’ Tonight” entre otras, permitieron el lucimiento de Stevens pero él, a su vez, permitió que brillaran invitados vocales como Carlos Rotondaro en “Ready Teddy” y Luis Domín en “All By Myself” de Johnny Burnette. Marcos Ferragut agregó un toque cajun para un set que rescató oscuros, invalorables temas que muestran cuán rica es la Música Country y su hijo menor, el Rockabilly.

THE REY BAND
Al igual que en otras presentaciones, la banda llega con un tremendo despliegue de energía, como siempre gracias a la fuerza que le imprime a la presentación su vocalista Anita Rey. El repertorio se alejó más del country –del todo, diríamos- que en otras instancias. Es una pena porque ya que si bien ellos han aclarado que no son un banda country, siempre tendían un puente con el festival incluyendo algún tema de Gretchen Wilson, Little Big Town o Carlene Carter. En este encuentro el set trajo rock de todo tipo, color y época, desde “Too Much Time on my Hands” de Styx, “Afric” de Toto, “Build Me Up Buttercup” de The Foundations, “Healing Hands” de Elton John o la cincuentosa, doowopesca “Telephone Line” de la Electric Light Orchestra. Lo más remotamente cercano al country fue “Heartache Tonight” de los Eagles, aunque este clásico de 1979 es del lado rock de las águilas.
En resumen, fue un show sólido y dinámico, como era de esperar.

BILLY LA ROCKA
Este año con nueva banda, La Rocka dejó detrás sus camisas country para dar paso a remeras a rayas, como las de Elvis en “Jailhouse Rock” y este acercamiento al rock y alejamiento del country marcó su set. “Rockabilly Boogie”, “Blue Suede Shoes”, “Let’s Work Together”, “The Locomotion” fueron parte del repertorio elegido en el cual también incursionó en nuevos terrenos como la música de los Doors con “Roadhouse Blues”. Muy buen trabajo de la vocalista invitada, Melina Cardenes, que se encargó de “Slow Down” de Larry Williams. Fue curioso ver a Emilio Fuentes sustituyendo en guitarra al legendario Walter Macedonio, quien –en el escenario- lograba una química profesional que era un puntal alto en el show.

YULIE RUTH Y LAS RUEDAS DEL SUR
Yulie Ruth es ya un referente en el sonido country latinoamericano. A lo largo de los años, este artista ha ido cambiendo de músicos, pero bajo su batuta, todos logran siempre captar el sonido tan ajeno a estas tierras que Yulie busca y logra. Este año contó con –adivinen- Glenn Taylor en guitarra Steel para dar un toque más auténtico a su sonido. Estrenos como “Más pasto para mi caballo” brillaron con otros conocidos temas netamente western swing como “Llévame”, “Virgencita de Bernal”, “Tan lejos de Texas” y “Desenpetrolándose” aunque también recurrió efectivamente a honky tonks como “El cascabel” o baladas como “Juntos a la par”.
Un gran show del Willie Nelson argento quien junto a sus Ruedas del Sur muestran que seguirán rodando por un buen tiempo.


DOMINGO
ALL TOGETHER - encuentro de line dancers

HOT PICKIN’ BROTHERS

Llegaron los hermanos que no lo son con un buen repertorio del llamado 90s Country que incluyó “Here for a Good Time” de George Strait, “Drivin’ My Life Away” de Eddie Rabbitt, “Write This Down” (Strait), “Good Old Boys” (Waylon Jennings) y una gran version de “The Whiskey Ain’t Workin’” de Travis Tritt y Marty Stuart.
Su vocalista, Gabriel Anselmi, canta claro y preciso, con ese twang bien country que, en compañía del resto de la banda, hace que el show sea redondo y muy agradable. Mención aparte es la preocupación y dedicación de traer nuevas canciones al escenario, algo que se agradece fervientemente.

CARLOS ARCURI & THE DUSTY DEVILS
Hace algún tiempo escribimos: “Arcuri por momentos corre el riesgo de convertirse en una parodia de un cantante country. Cuando logra controlarse, su actuación es muy buena y su voz muy similar a la de Tracy Byrd”. Como diría algún docente escribiendo el reporte de un alumno, podríamos escribir ahora “Reitero juicio anterior”. Arcuri pone mucha fuerza y garra a lo que hace y logra comunicar su amor por el género trayendo material que no se escucha mucho en el festival: “Walk Softly on This Heart of Mine” de Bill Monroe en versión de los Kentucky Headhunters, “Cotton Fields” onda Charley Pride, “Take Me Home, Country Roads” de Denver, “Elvira” de los Oak Ridge Boys, y “Mountain of Love” (Pride) son muestra del country que hace con mucha efectividad.

THE GREENS
Banda sampedrina que trajo esta vez más vocalistas: Sarita, Lara, Sofi y Ana –muy jóvenes todas ellas- que brindaron pop con cierto tinte country, destacándose “You’re So Vain” (Carly Simon), “These Boots Are Made for Walkin’” de Nancy Sinatra y una muy fresca, juvenil versión de “Tumblig Dice” de los Rolling Stones.

QUEEN BEE
Cuatro músicos en escena y una gran vocalista son los integrantes de Queen Bee, esta banda de blues de la que no pudimos reunir mucha información. Lo importante es que sonaron muy bien, altamente profesionales y con un repertorio variado que incluyó “Tainted Love” de Soft Cell, “Rock Me Right” de Susan Tedeschi, y el toque country fue con “Here for the Party” de Gretchen Wilson.

JANISE
Banjo, bajo, guitarra, batería y una vocalista de apoyo respaldaban a Janise. Dentro de su repertorio incluyó una floja version de “Help” que sonó muy dubitativa quizás por los nervios del estreno en este escenario. Le siguió otra cover como “Any Man of Mine” y luego recurrió a composiciones propias tanto en inglés - “The House I’ve Built”- como en español. Las canciones son propias y no conocidas por el masivo. Su presencia fue simpática pero vocalmente, dio lo justo sin impresionar mucho. Suponemos otra vez, que debe ser intimidante presentarse ante tanta gente y veremos cómo viene la próxima vez, si vuelve.

VALUM
Otra sampedrina, Valentina Burgueño, conocida artísticamente como Valum, trajo un set que incluyó una countrificada y efectiva version de “Rolling in the Deep” de Adele pero luego cambió la pisada con “Walkin on Sunshine” de Katrina & The Waves, “I Will Survive” de Gloria Gaynor y “Jailhouse Rock” de Elvis Presley. Es una buena vocalista que comenzó con material que sonaba country pero que luego derivó a rock. Lástima. De todos modos, ella y su banda brindaron un show agradable, entretenido.

GREENTONGUES
“Tuve un gato, quise un perro. Los vi nacer, ambos murieron” es una línea de una de las canciones de esta banda de la que fue difícil recabar información más allá de que se autodefinen como Freak Folk Music, de que tienen un Lp editado (“White Single Mother”) y de que 1500 almas los siguen en Instagram. Bizarras letras propias tanto en español como en inglés como “Put in Line Your Mind” y “I Miss her Voice”, una peculiar voz y estilo de cantar de su vocalista –con cierto acento español, o estamos equivocados?- hicieron de este show algo excéntrico / estrafalario.

CIERVO TAPERA
Esta es una de las bandas con las que no sentí conexión alguna: es cierto que fueron prolijos, se mostraban ensayados y todo, pero hicieron un rock en español alejado totalmente de cualquier sonido remotamente country. Para colmo, creo que la mayoría de las canciones eran suyas, lo cual es loable cuando tienen un gran número de seguidores, lo cual no parecía ser el caso. No entendí mucho la razón de su repertorio o de su presencia.

LOS BUFALOS SEDIENTOS
Con la energía de siempre, la banda de Rock Sureño y Country-rock trajo esta vez una completa selección de temas propios, entre ellos destacables “Cosas Simples” y “Delirando”. Pasarán los años pero Roby Polizzi sigue siendo un tremendo vocalista, con una voz rasposa y mandada a hacer para este tipo de música.

PELVIS
Gran actuación de estos rockabileros para quienes el tiempo no pasa. Loquillo Armoza en frenética batería y Ronnie Bar en bajo y voz se destacan con temas propios como “Rodando y corriendo”, “Malos vecinos” o con material ajeno como “Toda la noche hasta que salga el sol” de Orions.
Digamos que la banda son como sonarían los Stray Cats hoy en día, si siguieran juntos.

KURT’S FRIENDS
Esta agrupación fue el oxímoron musical del festival, ya que fueron viejos conocidos en una nueva banda. Luego de la disolución de las bandas Wanted y The Joshua Three, sus referentes, Martin Blebel y Gus Di Bella, convocaron a Daniel Lanzo y a Dante Spirito y así surgió este grupo de amigos. El set comenzó medio falto de energía con un tema –“Forever and Ever, Amen”- que quizás debió ser encarado más entrado el set. Con “Wagon Wheel” la cosa levantó y siguió la onda bluegrassera con “It Only Hurts When I Cry” de Dwight Yoakam y Roger Miller. “Standing Outside the Fire” tuvo una muy buena resolución a bluegrass y fue muy disfrutable el clásico “I Washed my Hands in Muddy Waters” en el cual el banjo de Spirito sonó muy bien y que quizás debió haber abierto el set. El medley de Alabama estuvo imaginativo –aunque dos canciones requirieran violín que justamente esta banda no tiene-. Recomiendo no terminar con un tema tan lento como “When You Say Nothing at All” sino con uno rápido y bien arriba, para lograr que el público quede más enganchado y pida algún bis.

D’VINTASH
Esta banda indudablemente tiene un tremendo nivel internacional. La vocalista, Barby Blues debe tener debajo de la cama la colección completa de Lps de Koko Taylor y Etta James. Suena como traída de otra época y otro lugar con su repertorio de blues y boogie woogie. Una selección impecable y, en especial, una sección de vientos de lujo más piano y armónica, nos llevaron de viaje al Sur de Estados Unidos, con temas como “Razzle Dazzle”, entre otros. Un viaje fantástico.

FERNANDO GOIN
Al escenario sube uno de los maestros del country blues del festival, el Sr. Fernando Goin. Su set incluye varios de sus éxitos donde destacamos “Las cosas como son” y como curiosidad, recurre a un viejo tema de Ray Price, “Crazy Arms” con un shuffle al estilo Dwight Yoakam y una muy buena participación de Glenn Taylor guitarra steel, quien si bien estuvo presente en las otras canciones, a esta le da un brillo especial.
Dylan, Haggard, Williams son las musas de este veterano cantautor cuya voz rasposa desgrana historias sobre soledades, corazones rotos, trenes…en fin, esos temas recurrentes del género country. Por todo esto, algunos lo llaman Leyenda.

ARGENTINA GOSPEL SINGERS
Tanto en su actuación como coro como con las incursiones de sus solistas, los de Argentina Gospel Singers mostraron una calidad excepcional de nivel internacional.
Los trabajos a coro como “Are You Ready for a Miracle?” o “Oh, Happy Day” parecen tener mayor atracción con el público mientras que algunos temas más lentos (“I Believe I Can Fly”, “Up Where We Belong”) estuvieron más cerca de un filme de Disney con alfombras mágicas que de una iglesia. De todos modos, el show fue impactante y trajo un coro de gran nivel al que, seguramente, mucho público no tendría acceso a menos que fueran a verlo en un teatro pagando un ticket de por medio.

JOHNNY TEDESCO
Tedesco es una leyenda viviente de la música argentina, sin embargo, lejos de “creérsela” es, tanto sobre como bajo el escenario, un artista sencillo y humilde. Esto ha llevado a que sea uno de los más esperados en el festival, con un inmenso público esperando su emotivo show. Su repertorio este año incluyó su recuerdo a Elvis Presley con “Suspicious Minds”, “Big Hunk of Love” (impresionante versión) y “Mystery Train” así como algunos de sus propios éxitos como “El Rock del Tom Tom” y “Presumida”. Llegó luego momento de su lectura de “To Love Somebody” de los Bee Gees en una conmovedora, sentida versión que mantuvo en vilo a los miles de espectadores que luego lo acompañaron en el coro. Ojo, esto no lo logra cualquiera. El bis exigido por el público llegó con la frenética “Great Balls of Fire” para redondear otra noche inolvidable de este grande de la música.

ORLANDO CURTI & THE GROOVE SEEKERS
Lejos han quedado las épocas en las que Curti ofrecía un show íntegro de música country; hoy, en cambio, trae un poco de todo pero por suerte, el sonido country sigue presente aunque sea en algunos temas. “Sweet Dreams (Are Made of This)”, un blues roquero onda Delbert McClinton que el propio Curti compuso (“Nunca alcanza”) y “I Shot the Sheriff” entre otras encontraron el lado country con “Troubador” de George Strait y “When it Rains it Pours” de Luke Combs.
Curti es un tremendo cantante, haga el estilo que haga y fue acompañado por una poderosa banda, contando además con la especial participación de Glenn Taylor en Steel guitar.

ADRIAN TIGEN
Artista reconocido internacionalmente y con premios y menciones honorables, Tigen es netamente New Country y sus composiciones recorren esos caminos. Atrás quedaron sus tributos a su ídolo Brad Paisley pero muy pero muy disfrutables son “Modo Country” donde hasta se imagina una noche con Shania Twain, o “Abril”, divertida propuesta de eliminar ese mes para no recordar penurias sucedidas en ese período. Se vino luego el Rock Sureño con “Sharp-dressed Men” de los ZZ Top, “They Call Me the Breeze” de J.J.Cale pero el set derivó a la jamesbondesca “Live and Let Die”.
Como siempre, su entrada es rimbombante y llamativa, su banda sólida y él un muy cantautor con energía y carisma.

MAX & LINE DANCE SHOW
La histórica banda se vino con todo: temas nuevos, varios vocalistas, line dancers y un show con variedad de country, desde “These Boots Are Made for Walkin’” de Nancy Sinatra, hasta “Butterfly Fly Away” de Miley Cyrus y “Ex’s and Oh’s” de Elle King que mostró a una nueva integrante/cantante, Rocío Arriba Torres, quien sonó muy dulce y correcta en estos dos difíciles temas lentos. “Mrs. Robinson” sonó muy bien countrificada, seguida por “I Ain’t No Quitter” de Shania Twain y Body Torres sonó igualito al vocalista de Midland en “Mr. Lonely”. La cereza de la torta fue el tex mex de “All You Ever Do Is Bring Me Down” que dejó a un pueblo bailando.
Esta es la banda que lo tiene todo y que, según nuestra opinión tendría que ser la que cierre alguno de los días, sino el festival.

COUNTRUCK
Emerson Santos lleva la voz líder en esta banda que contó con refuerzos argentinos y que arrancó con un medley con una base rítmica igual que se desarrolló por casi 10 minutos; esto hace que si bien el artista cantó fragmentos de distintas canciones, esto casi ni se distinguió y pareció una sola canción, muy larga y que termina aburriendo. La cosa varió levemente con “Liza Jane” de Vince Gill pero volvió a lo mismo con “I Wanna Know What Love Is”. Luego de alguna que otra canción, “Dixie Fried” de la Zac Brown Band logra dar un tinte distinto al set, que a esta altura sonaba otra vez reiterativo. “Chattahooche”, “Dixieland Delight” y “Footlose” siguieron, pero todo en la misma onda. Convengamos entonces en que Countruck toma distintas canciones y en lugar de hacer que Santos se adecue a ellas, las canciones son adaptadas a su estilo personal, el cual no es muy variado que digamos. Y cuidado: no confundamos energía con estruendo.

FINAL
Seguramente para los argentinos Gustavo Cerati, Soda Stéreo y “De Música Ligera” tienen una importancia vital en la historia de la música argentina. Pero más allá del homenaje que quisieron rendir a ese músico en este gran final, no creemos que haya sido una correcta elección justamente para el cierre de un festival de Música Country.
En pleno mes de septiembre y habiéndose cumplido 100 años del nacimiento del mayor artista del género, Hank Williams, lo cual originó homenajes por todo el mundo, indudablemente una canción de este importante cantautor hubiera estado más que justificada. “Jambalaya”, “Hey Good Lookin’” o “I Saw the Light” son canciones que podían haber dado una energía y un sentido a ese final.
Lamentablemente, vemos que todos los años pasa lo mismo: no parece que los músicos se contacten y pongan de acuerdo con suficiente antelación como para encarar todos un gran coro country con “una que sepamos todos”. Este género tiene muchos grandes clásicos, divertidos, inolvidables, que han dejado huella y que con un año de anticipación, bien se pueden preparar. Piénsenlo.

Reflexiones finales
El año pasado les pasamos algunas recomendaciones a las bandas. Creemos que las mismas -las recomendaciones, no las bandas- siguen vigentes, así que se las recordamos.

-HAGAN USO DE SUS REDES SOCIALES:
Son gratis y son de gran utilidad para quienes quieran conocer más, ya sean fans o periodistas o gente como yo, que escribe por gusto. Pueden incluir datos biográficos de la banda como ciud
ad de origen, integrantes, influencias, contacto, etc. Parece increíble que haya bandas de las que no se puede encontrar absolutamente nada. Entiendo que hay algunas que se forman sólo para el festival, pero hay otras más estables que deberían tener algo más armado en las redes.
Además, las que tienen redes, actualícenlas: fui a páginas de Facebook cuyo post más reciente era de 1993. Ni Zuckerberg podía creerlo.

-CAMBIEN REPERTORIO
Sé que muchos tienen otro trabajo y la banda no es primordial, sino, en muchos casos, algo secundario y de hobby personal. Entiendo que no haya tiempo para sacar más temas, pero procuren preparar algunos nuevos. Hay bandas que vienen año a año haciendo las mismas canciones desde el segundo festival y uno se sabe de memoria qué van a incluir en el playlist.

-EXPLOREN OTROS ARTISTAS
-Shania Twain no es la única artista femenina en el género country, aunque sea la más conocida por estos lares. Creedence tampoco es la única banda existente y Johnny Cash tampoco el único vocalista masculino. Exploren otras posibilidades, otros tributos. ¿A Tammy Wynette, quizás? ¿Roger Miller? No sé, son ideas…

-EVITEN REPETIR LO QUE SEGURAMENTE OTROS HARÁN
Por más fantástica que crean que su versión es, no es necesario escuchar cinco veces “Proud Mary” o “These Boots Are Made For Walking”. Táchenlas de las listas, por favor. No otra vez.

-CUIDADO CON EL INGLÉS
Si yo me pusiera a tocar guitarra y le errara a las notas, seguro que los músicos/cantantes saltarían a quejarse. Pues no olviden que el idioma inglés que muchos usan para cantar es como un instrumento más y como tal, debe ser cuidado. No pretendo que suenen como nacidos en Nashville o Houston, pero un pequeño esfuerzo por mejorar este aspecto, fonéticamente, no vendría mal en varios casos. Basta de inglés Klingon, por favor.

-ATENCIÓN COMPOSITORES
Aquellos que canten sus propias canciones, anuncien los títulos. Hay canciones conocidas sólo por el cantante y su novia pero el resto de los mortales puede que nos guste y queramos saber cómo se llama tal o cuál canción. Anuncien el título.

-ATENCIÓN CANTANTES
Algunos traten de ser más simpáticos: háblenle al público, saluden y digan algo más que “¿Cómo van, San Pedrooooo? ¿Se escuchaaaaa?? No es necesario que se cuelguen de una cuerda sobre el escenario como hacía Garth Brooks, pero un intercambio con el público no viene mal.

Por décima octava vez la organización fue de primera, con un justo timing para cada banda, y cuidando la amplificación, iluminación, fotografías, videos y todo lo que uno puede pensar que debe ser tenido en cuenta para la organización de un evento de esta magnitud.

Detrás del mismo, como siempre, está el cerebro, el tiempo, la dedicación y la paciencia de Gustavo Laurino, Mariana Piola y Emma Laurino quien este año estuvo trabajando más que nunca. Mejor, así se va acostumbrando al mundo country no se contagia de los LGantes del momento.

Ahora sí, esto es todo por ahora: cierro esta crónica pidiendo disculpas por la demora, pero son muchas bandas, hay que desgrabar lo grabado, escribir, releer crónicas anteriores para no repetir conceptos e ideas, arreglar fotos, dedicarle tiempo a la familia, alimentar al gato, comer, trabajar en lo que nos da de comer, seguir escribiendo, comer, comer, comer y si da el tiempo dormir, y por todas estas razones no pude terminar antes.

Y como siempre aclaro: yo no soy periodista. Escribo porque me gusta y es mi opinión, compartible o no.

See you later, alligators.

Raúl Tejeiro.


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