Joan Baez en Uruguay
Auditorio Adela Reta - marzo 11, 2014 - 21:00 hs.
Finalmente y luego de varios años,
el ícono de los 60 y parte de los 70 de la llamada “música
de protesta” llegó por nuestras tierras. Joan Baez (Joan Chandos
Báez, Nueva York, 1941), de padre mejicano y madre escocesa, recibió
de ellos su amor por la música y llegó a convertirse en una
de las más populares cantantes norteamericanas, con un amplísimo
repertorio que incluyó rock, pop, folk, country, música mejicana
y hasta brasilera, entre mucho más.
Y todo ello fue lo que ofreció sublimemente en la noche del martes
11 de marzo en el Auditorio Adela Reta, en Montevideo.
Pocos minutos pasados
de la 21 horas, Baez hizo su aparición con su guitarra y saludando muy
gentilmente, saludó a “Uruguay, a su gente y su presidente”
y comenzó a cantar “God Is God”, de Steve Earle. Si bien
es ella misma una prolífica compositora, a lo largo de su carrera ha
grabado canciones compuestas por otros, entre ellos Leonard Cohen, los Beatles,
Kris Kristofferson, su hermana Mimi Fariña, Pete Seeger, Bob Dylan, Kenny
Rogers, Violeta Parra, Woody Guthrie y muchos más. En los últimos
años, ha recurrido a compositores más contemporáneos como
Earle o Mary Chapin Carpenter, Natalie Merchant o Ryan Adams.
La segunda canción significó un salto al pasado para uno de sus
éxitos: “Farewell Angelina”, también acompañada
sólo de guitarra. A continuación entraron los dos músicos
que la acompañaron en la noche: su hijo, Gabriel Harris, quien se encargó
de percusión (batería, bongós, cajón peruano) y
Dirk Powell en banjo, acordeón, guitarra, bajo y piano. Entre los tres,
se las arreglaron para sonar prácticamente como una banda más
que un trío, a quienes se sumó una cantante a la que Baez llamó
sólo Grace y que la acompañó en algunos dúos: “Ella
es mi asistente personal. Me afina las guitarras y me traje hasta el pijama.
Y también canta.”
El sonido country
onda bluegrass irrumpió con “Lily of the West”, luego de
una explicación de la propia Baez de la historia de la canción,
entre español e inglés, sonando todo muy gracioso por su marcado
acento. El country y Bob Dylan marcaron presencia con una gran versión
de “Don’t Think Twice, It’s All Right” y en la quinta
canción, llegó la primera de varias que la intérprete ofreció
en español: “La Llorona”, tema tradicional con arreglos con
mandolina, lo que le otorgó también un toque country que el concierto
venía llevando hasta ese momento.
Otro gran ídolo de Baez, el legendario Woody Guthrie –también
padre musical de Dylan- paseó su espíritu con “Deportees
(Plane Wreck at Los Gatos)” que con el acordón de Powell tuvo decididamente
un toque Texmex.
Powell demostró que además de un gran músico también
es un buen compositor, ya que la siguiente canción, “Just the Way
You Are” fue compuesta por él y acompañó a su jefa
en piano. “Jerusalem” fue la próxima canción seguida
de “Mi Venganza Personal”, del nicaragüense Tomás Borge.
Siguieron las canciones en español y ovacionada desde el arranque fue
la interpretación del clásico de Víctor Jara, “Te
Recuerdo Amanda” que fue coreada por el público.
“Estuve en Argentina, ahora aquí y voy a Chile. Estoy practicando
mi español, pero ahora me van a permitir que practique un poco de portugués”,
aclaró Baez antes de desgranar una canción de Chico Buarque, “Calice”.
Una gran versión del clásico de The Animals, “House of the
Rising Sun” fue otra de las más aplaudidas antes de volver de lleno
al country con “Give Me Cornbread When I’m Hungry” de John
Fahey y una lectura onda cajun country de “Joe Hill”, de Alfred
Hayes y Earl Robinson, popularizada por el ídolo de Baez, Pete Seeger.
De vuelta al español con “Prisionero Nº 9”, compuesta
por la propia cantante para seguir con “Como la Cigarra”, la inmortal
composición de Maria Elena Walsh, en la que Baez fue acompañada
por Grace y por el público que coreó el estribillo.
A estas alturas, el público uruguayo –bastante tímido siempre-
había perdido su recato y todos coreaban los clásicos, como “The
Boxer”, de Paul Simon, también en un ritmo bien country. Llegaban
de todos lados de la sala, los pedidos de aquellas canciones clásicas
de la propia Baez, como “Diamonds and Rust”, “Prison Trilogy”,
“To Bobby” y muy solicitada, “Love Song to a Stranger”,
que finalmente quedarn en el debe, a lo que ella respondió “¿Cómo
recuerdan todo eso? YO no recuerdo todo eso!!” mientras arrancaba con
el himno “Imagine” de Lennon, también cantado por todos los
asistentes. Llegó el nombre que da título a la gira: “Gracias
a la Vida”, canción referente en su carrera y compuesta por la
chilena Violeta Parra.
Pequeña anécdota
personal: seguían llegando las solicitudes de toda la sala y en un momento
de silencio en que Baez quedó pensativa para decir algo sobre la siguiente
canción, yo, que estaba en la primera fila le grité: “Pete
Seeger!!”. Por supuesto, esto no es una canción, sino el nombre
del legendario y referente artista folk, recientemente fallecido y luz guía
en la carrera de Joan Baez. Al escuchar ese nombre, ella me miró y dijo
“Yes, that’s right. I’m gonna dedicate this song to Pete Seeger”
(Sí, está bien. Voy a dedicar esta canción a Pete Seeger)
y entonó el clásico gospel “Swing Low, Sweet Chariot”,
luego de contar que ella y Seeger cantaron esta canción en muchas marchas
por los derechos civiles en varias partes del mundo.
Fue el momento de la despedida: reverencias al público, agradecimientos
y ovación general que siguió por varios minutos hasta que la artista
apareció en escena con sus músicos para varios bises, el primero
de los cuales fue el tema del filme “Sacco & Vanzetti” de Giuliano
Montaldo, con letra de Baez y música del gigante Ennio Morricone, canción
se remonta a 1971 y fue uno de sus más grandes éxitos.
Infaltable en los bises fue una tremenda versión de “Blowing in
the Wind”, de Dylan, cantada y seguida a palmas por los varios miles de
asistentes. Allí se retiró y el público seguía pidiendo
más. Nuevamente volvió Baez, esta vez sola para entonar “No
Nos Moverán” –muy apropiado ante la actitud del público
y una canción que se remonta a la Guerra Civil Española, aunque
en lo personal, me recuerda a la serie española “Verano Azul”
y los chicos amigos del viejo Chanquete.
Fue, en resumen,
un concierto impresionante e íntimo a la vez. Baez y sus músicos
lograron un clima de calidez que se proyectó al público que disfrutó
de cada una de las canciones de un amplísimo y rico repertorio donde
además, no faltaron anécdotas en inglés y un español
chapuceado. Su voz, si bien no tiene la espectacularidad que mostraba en los
años 60, sigue impresionando y canta mucho mejor que lo que hacen muchas
"superestrellas" de hoy en día.
El sonido de la sala fue absolutamente impresionante, de una calidad, fuerza
y nitidez admirables y por supuesto, el Auditorio Adela Reta es de por sí,
un espectáculo aparte.
Como segunda anécdota,
en la página de Facebook de Joan Baez, la cantante ha posteado el siguiente
mensaje:
“Felicitaciones al Presidente de Uruguay, Jose “Pepe” Mujica
por su compasiva posición sobre el cambio climático, aborto, marihuana
y ahora matrimonio gay. Mis respetos, Joan Baez”.
Para A.M.C.U. por Raúl Tejeiro.