Este artículo fue publicado n la contratapa de un álbum titulado Highway 61-Autopista 61, de RCA Records, que llevaba como nombre el título del programa de música country conducido por el periodista Hamlet Faux. Creemos conveniente rescatarlo, a pesar de los años que lleva escrito.
Highway 61 - Autopista
61
La Música Country y sus acepciones (Western Swing, Bluegrass,
Hillbilly y algunos tipos de Folk) es quizás el sonido norteamiericano
más auténtico. Pero a pesar de constituir una fracción
integral y muy importante de la música popular de U.S.A., no alcanzó
su status actual-respetabilidad hasta los años 70. En el pasado la audiencia
básica del género se ubicaba geográficamente en las áreas
rurales del sudoeste norteamericano, era políticamente conservadora y
de escasos recursos económicos. El pragmático fundamentalismo
religioso, el exacerbado y externo sentido moralista y un fervoroso sentido
patriótico eran otros aspectos tan constantes como inevitables del tipo
de cultura de aquella audiencia country. En la actualidad, el panorama no es
el mismo. No exactamente. La expansión de la música country ha
sido espectacular, abarcando todas las áreas sociales, culturales, económicas
e industriales. En los EE.UU. uno de cada seis discos en el mercado hoy pertenece
al género country, se programan en dos de cada tres estaciones de radio
y una estación de cada cinco dedica completamente su programación
a la música country. Los muros se han derribado y con ellos muchos prejuicios:
los sonidos country se escuchan actualmente en todas las zonas metropolitanas,
incluyendo a New York City, tradicionalmente -por razones étnicas y culturales-
el área más impenetrable para el country. Evidencia real y tangible
de la expansión cultural de la música country se encuentra también
en las universidades norteamericanas, donde ávidos entusiastas estudian
y analizan la obra y el significado social de los grandes pioneros del género
como Jimmie Rodgers y Hank Williams.
Muchos elementos
han incidido directa o indirectamente en el gran ascenso del género y
su aceptación en círculos más sofisticados. En los años
'60, los experimentos realizados por grupos de rock como
The Byrds, The International Submarine Band, Flying Burrito Brothers, las incursiones
country de Ray Charles, Dean Martin y tantos otros, contribuyeron a la familiarización
del country por parte de audiencias ajenas y hasta ideológicamente opuestas
al género y sus implicancias. Por supuesto que tal familiarización
tuvo más que ver con lo puramente formal y estético que con lo
esencial. Pero no podemos minimizar la importancia de esos músicos -usualmente
ignorados por la audicneia country- los cuales a través de su fusión
musical etiquetada por la industria como Country-Rock, intentaron traspasar
las barreras que pareciían cerradas para siempre. A finales de la década,
Bob Dylan graba con Johnny Cash, actúa con él en un show televisivo
y edita un album, "Nashville Skyline", totalmente dedicado en forma
y espíritu a la música country, utilizando además músicos
profesionales de Nashville. El "corssover" (término utilizado
para definir la fusión entre diferentes corrientes musicales y sus audiencias)
que Dylan logró con ese disco fue muy imprtante. El favorito de toda
una generación con profundas inquietudes sociales e intelectuales, el
iniciador y líder implícito de un movimiento cultural caracterizado
por su incorformismo y una
constante rebeldía contra las injusticias de lo establecido, se daba
la mano con The Good Ol' Boys, la fracción más conservadora y
tradicionalista norteamericana que, como señalaba al comienzo, constituía
la principal audiencia de la música country hasta el momento.
La oportunidad para la verdadera unión había llegado, nunca el
terreno había sido más fértil. Es entonces cuando Kristofferson
y sus Outlaws irrumpen en la escena. Hoy en día, el término Outlaw
-o renegado- es considerado por muchos como una etiqueta más que como
un movimiento o una corriente valedera., clari, con los escollos allanados y
siendo la popularidad de la música country un hecho aceptado, la escala
de valores con respecto a la ubicación de algunos artistas se torna algo
confusa. De más está decir que no debiera ser así. Todo
comenzó con una actitud diferente por parte de estos Renegados, que nunca
renegaron del arte country pero sí lo hicieron de la falsedad y el estancamiento
que se detectaba en gran parte del producto que se detectaba en gran parte del
producto que salía de Nashville. Y la "protesta" de estos artistas
(Kristofferson, Waylon Jennings, Willie Nelson constituyen la trilogía
más representativa del grupo) se manifestó en una forma muy simple
y pacífica, por medio del individualismo. Probablemente en estos tiempos,
tal actitud implique en sí misma el ser diferente, motivo por el cual
tales artistas no pasaron desapercibidos por casi nadie. La nueva dimensión
lírica, el nuevo enfoque instrumental y la imagen de estos creadores
adquirió una notoriedad importante, dando lugar a posibilidades lucrativas
que la industria no pasaría por alto. Se promocionó a la corriente
con rótulos, etiquetas e historias que aumentaron aún más
su mística. Pero el talento renovador de esos artistas existe y ha sido
el factor detonante en la popularización de la música country.
Por lógica, el sector más conservador del género no los
aceptó fácilmente al
comienzo, pero pronto un hecho innegable clarificó la situación:
hay lugar para los nuevos y los tradicionales, mientras no se comprometa odiluya
la autenticidad. Con menor o mayor grado de vuelo poético, con metáforas
o sin ellas, incluyendo o no elementos de pop/rock, cantadas por artistas de
imagen contemporánea ortodoxa, las buenas canciones country son siempre
sinceras, honestas y carentes de toda pretensión. Lo que han logrado
estos artistas del nuevo country es ampliar el espectro de lo real, de la verdad.
Y según Chet Atkins, eximio guitarrista, productor y director de las
operaciones country de RCA en Nashville, "Nada vende como la verdad".
...
Por favor, nunca pidan una definición
de lo que una canción country es. Muchos críticos y especialistas
han tratado de lograrlo:"Música popular del oeste", "Soul
blanco", "Folk comercializado" y otras etiquetas ambiguas y vacías
han sido los únicos resultados de tales esfuerzos. Considerando que la
música country es esencial y básicamente una experiencia, creo
que la definición más exacta pertenece a Kris Kristofferson: "If
it sounds countrym man, that's what it is, a country song"..."Si suena
country, hombre, eso es lo que es, una canción country".
Hamlet Faux
Mayo, 1979