¿De dónde sale
un cantante country?

Es interesante muchas veces, cuando tenemos un cd en nuestras manos, analizar el proceso realizado por el artista y el recorrido que llevó al mismo a la posibilidad de la edición de dicho material.
La mayoría de los cantantes que quieren encarar seriamente una carrera musical, deciden invertir todos sus ahorros y a veces los de sus familias y peregrinar a la Meca de la Música Country: Nashville, o simplemente Music City, repartiendo sus grabaciones por sellos discográficos y saltando de taberna en taberna, de bar en bar, viviendo de míseros sueldos, cantando a cambio de comida y recogiendo las propinas de la noche, haciendo sus versiones de clásicos country e intercalando composiciones propias –si el dueño del local lo autoriza-, hasta la milagrosa noche en que un “caza-talentos” de algún sello discográfico lo descubre y allí mismo cambia su vida. Para muchos, lamentablemente, ese momento mágico no llega nunca y después de un tiempo en la capital de Tennessee, deciden volver a sus hogares con el corazón destruído, la moral por el piso y sus bolsillos vacíos. Es sorprendente ver la cantidad de casas de empeño –pawn shops- en las calles de Nashville con infinidad de instrumentos musicales: una vez, un vendedor me comentó que detrás de cada una de los centenares de guitarras usadas que tenían colgando del techo para la venta, se encontraba la patética historia de algún aspirante a Garth Brooks, que se había gastado hasta el dinero del ticket de vuelta, y se había visto forzado a empeñar su guitarra para poder regresar a su casa. Comprendí entonces que cada guitarra colgando significaba un sueño destruído.


Otros artistas ven sus carreras facilitadas al venir de una familia con una o más estrellas ya establecidas: tanto a Rosanne Cash, como a Carlene Carter, como a Debby Boone les sirvió ser hijas de Johnny Cash, de June Carter y de Pat Boone. Hubo, sin embargo, algunos que nunca lograron mucho, como Stella Parton, hermanita de Dolly o Kenny Rogers Jr., hijo de un papá famoso.

Algunos otros artistas, aún realizando otro estilo musical, sienten cierta afinidad con el género country y deciden en un momento volcarse al mismo, parcial o definitivamente. Así, un artista mundialmente famoso como Kenny Rogers, verdadero ícono del country, llegó al estilo luego de pasear por el Jazz primero, luego el Rock Psicodélico de los años 60, después el Folk y de ahí a cuidadas incursiones en la Country Music con su grupo The First Edition con versiones como Ruby, Don’t Take Your Love To Town, Reuben James o Momma’s Waiting, para finalmente en 1976, editar su primer Lp country, Love Lifted Me. El resto es historia.
En la cúspide de su carrera como artista de Soul y Blues, Ray Charles decidió en 1962 incursionar en el género con un Lp que incluía sus versiones de clásicos country como Hey, Good-lookin’, I Can’t Stop Loving You, Busted, Together Again y tantos otros. Sus productores consideraron que sería un suicidio musical, pero Ray les probó cuán equivocados estaban y ganó un masivo público. Durante años posteriores, si bien Charles no siguió una completa carrera country, constantemente incluía clásicos en todos sus álbumes, hasta que en 1980 grabó para el sello Columbia, varios Lps de pura cepa country acompañado por los mejores músicos y cantantes de Nashville, entre ellos Mickey Gilley, Johnny Cash, Merle Haggard, B.J.Thomas, los Oak Ridge Boys, Hank Williams Jr y Willie Nelson, con quien logró llegar a dúo al Nº1 con el tema Seven Spanish Angels.


Otro interesante caso es el del escocés Tom Jones, quien luego de incursionar esporádicamente en el estilo -de hecho, su primer gran éxito fue un clásico country, "Green, Green Grass of Home"-, firmó con el sello Mercury para lanzar varios Lps country de 1981 a 1985. Quien no tuvo tanta suerte fue Tina Turner: editó un Tina Sings Country, encarando temas de Loretta Lynn, Kris Kristofferson, Willie Nelson y Tammy Wynette, entre otros, pero dicho album fue seguramente comprado sólamente por parientes cercanos. Es interesante, de todos modos, encontrarlo en alguna disquería y escuchar sus personales versiones.
En los últimos años, artistas como Steven Tyler (lider de Aerosmith), Jon Bon Jovi, Lionel Richie, Kelly Clarkson, Bob Seger, Aaron Neville, Solomon Burke, Kid Rock y Sheryl Crow se han volcado al género country con éxito dispar. Sin duda alguna, ha sido Darius Rucker, ex lider de la banda Hootie & The Blowfish, quien más éxito ha cosechado en este terreno y recientemente, Cyndi Lauper -recordada intérprete de éxitos como Girls Just Wanna Have Fun o True Colors- lanzó el estupendo album, Detour, rindiendo homenaje a clásicos country y con la colaboración de ilustres artistas country como Emmylou Harris.

Otro lugar de donde salen cantantes country es una especie de Túnel del Tiempo: el público country es muy fiel y eso lo saben bien los artistas en Estados Unidos. Esto significa que septuagenarios intérpretes como Little Jimmy Dickens o Bill Anderson pudieran seguir presentándose noche a noche en teatros a sala llena. Por esta razón, veteranos de otros estilos con carreras totalmente venidas a menos, incursionan en el género con la esperanza de vender algún álbum: como ejemplo tenemos a Bill Medley, Andy Williams, David Gates o los desaparecidos Perry Como y Sammy Davis Jr., entre tantos otros.

El mundo del espectáculo es otro semillero de artistas country, desde los muy buenos hasta los deplorables. Seguramente recordarán a John Schneider y Tom Wopat, los famosos primos Bo y Luke de Los Dukes de Hazzard: siendo ambos muy buenos cantantes, Schneider tuvo mayor éxito en el género, pero le fue difícil manejar la actuación y una carrera musical y ganó lo primero, mientras que Wopat incursionó en la comedia musical y actualmente triunfa en Broadway, también luego de cierto éxito country. La ganadora del Oscar Sissy Spacek, quien interpretara a la cantante Loretta Lynn en La Hija del Minero, hizo sus propias grabaciones para el filme y quedó tan entusiasmada que lanzó luego un estupendo lp country para el sello Atlantic que, lamentablemente, no tuvo mayor éxito. Otros intentos de actores incursionando en esta música dieron regulares, como los de Jeff Bridges, Billy Bob Thornton o Kevin Bacon, y otros, lastimosos resultados, como atestiguan grabaciones de Kevin Costner, Burt Reynolds, John Wayne, Clint Eastwood, Lee Majors, Lorne Greene y hasta la abuelita de los Beverly Hillbillies.

En los años 90, el surgimiento de los Reality Shows permitió que aspirantes a estrellas pudieran presentarse a concursar y así, ganar o dinero o directamente algún contrato con un sello discográfico. En 1983, la banda Sawyer Brown fue de las primeras en saltar al estrellato gracias a ganar el programa Star Search, conducido por Ed McMahon. 100.000 dólares más una mano de Kenny Rogers hicieron que la banda comenzara a lograr éxito tras éxito. La locura de los Reality Shows fue desapareciendo pero surgió con fuerza en los años 2000, con programas como Nashville Star, que buscaba especificamente artistas country y del cual surgió la exitosa Miranda Lambert. Más adelante, la aparición de American Idol lanzó al estrellato a Carrie Underwood, Scotty McCreery, Kelly Clarkson, Kelly Pickler y algún que otro más.


Por otro lado, también están los padres que impedidos de ver sus sueños hechos realidad, intentan convertir a sus hijos en estrellas, al mejor estilo Macaulay Culkin. Tal es el caso de Billy Gilman, un pequeño cuyos padres hicieron debutar a muy temprana edad y cuya chillona voz infantil nada tiene que ver con la Música Country. Otro ejemplo distinto es el de Leann Rimes, quien debutando a los 12 años con una impresionante calidad vocal, fue lentamente guiada y estafada por su propio padre y ambos terminaron insultándose en una corte de justicia, con varios juicios de por medio.

Y por último, y quizás lo más triste, sean los artistas absolutamente inventados. Muchos surgieron –y desaparecieron- al principio de la década de los 90 con el gigantesco boom de la Country Music en Estados Unidos. Fue así, que ante la increíble demanda del público de más y más intérpretes, productores y talent-scouts salieron a inventar artistas. ¿Cómo? Muy fácil: consiguiendo chicos o chicas con buen aspecto y que entonaran un poco, a los que un productor les hacía grabar una docena de canciones para un cd. Cualquier imperfección vocal podía ser superada en el estudio de grabación y esto sumado a múltiples sesiones de fotografías e instrucciones sobre qué decir a la prensa, resultaba en un artista inventado. Sirven de ejemplos el grupo Marshall Dyllon –cinco chicos rejuntados de varios estados- o el dúo Regina Regina, dos secretarias cercanas al marido de Reba McEntire que fueron presentadas y luego de un pobre cd, volvieron a contestar teléfonos.

Indudablemente, el primer grupo mencionado en este artículo es el que brinda, a la larga, mejores artistas. Ese joven que esforzándose noche a noche, se sacrifica en un escenario realizando algo que adora, es quien, si tiene talento, llegará a triunfar en el horizonte musical. El gran Mark Chesnutt hizo muchas noches de bares y siempre recuerda que se enfadaba mucho cuando leía de un nuevo artista quien con mucho menos talento y en menos tiempo triunfaba, mientras él seguía cantando en tugurios. Pero noche tras noche, su padre, el también cantante Bob Chesnutt, le daba coraje para seguir. “Tu momento va a llegar”, le decía, y por suerte para todos nosotros, así sucedió.


Raúl J. Tejeiro