Los trenes, vías y locomotoras, han sido fuentes de inspiración para cientos de composiciones del género countr . Y entrando en el tema, lo primero que se asoma a mi mente, es el recuerdo de mi entrañable amigo Daniel Viera. Lo conocí actuando en el stand de la Embajada Americana en El Prado en 1991, y en esa jornada tuve ya el inmenso placer de deleitarme con su espectacular versión de “Orange Blossom Special”. Daniel, calzaba su violín bajo el mentón y comenzaba con el soplido de vapor, allí hacía sonar un artefacto de madera que reproducía fielmente el sonido del estridente silbato de una locomotora de vapor y ahora su instrumento reproducía los primeros lentos movimientos de las ruedas sobre las vías y era entonces cuando emulando a un guarda sobre el tren pedía: "Tickets, please!". A partir de aquí el tren iba acelerando hasta que el rápido sonido de las ruedas se convertía en la melodía de la canción. Como era un tren que viajaba por el campo, en un momento debía detenerse porque sobre la vía habían varios animales; así hábilmente con su violín, imitaba sucesivamente el mugido de una vaca, el alegre canto de un pájaro, el rebuznar de un burro, el cacarear de una gallina y finalmente golpeando con dos dedos la tapa de su instrumento, imitaba el sonido de los cascos de un caballo que se alejaba y ahora el tren retomaba su marcha y su melodía para alcanzar la estación y el fin del tema . Ese domingo pasó a ser un día inolvidable en mi vida; increíble era tomar contacto aquí en Uruguay con un músico que con igual maestría, tocaba guitarra, banjo, violín, mandolina y armónica. Por supuesto que dentro de una amistad de más de veinticinco años, decenas de veces volví a solazarme con su versión espectacular. Humilde pero sincero homenaje de AMCU, para un compatriota que fuera exquisito cultor de nuestro género musical preferido, trascendiendo fronteras y brillando en Argentina , Perú e Italia.
Retornando la temática
del título de este artículo, nos entramos que tan atrás
en el tiempo como 1924, con los primeros discos de pasta, emerge “The
wreck of old ´97“ en la voz de Vernon Dalhart, que refiere al descarrilamiento
de una locomotora a vapor y los vagones que arrastraba, ocurrido en 1903 cerca
de Danville, estado de Virginia, en el cual su conductor llamado Steve Brady
muere en su puesto de trabajo, calcinado por el vapor que liberó la caldera
al volcar y romperse en el accidente.
“Yellow dog blues” por Bessie Smith & Her Blue Boys, sello Columbia
en 1925, trata un tópico común a muchas composiciones: la persona
amada se aleja a bordo de un tren que momento a momento, se ve cada vez más
pequeño (Merle Haggard lo usa con un avión en “Silver Wings”)
. El título se refiere a una línea llamada Yazoo Delta o Yellow
Dog Railroad, que se reunía con el Southern Railway en Moorhead Junction,
Mississippi y su autoría es de W.C. Handy en 1910.
“Wabash Cannonball” es un tema de dominio público, aunque
William Kindt registra una versión modificada en 1904, acerca de un tren
muy rápido que corrió a finales del siglo IXXy principios del
XX. El tema fue grabado por La Familia Carter en 1929 y editado en 1932 y pronto,
en 1936, aparecería la más respetada de sus muchísimas
versiones, la de Roy Accuff. Entre 1950 y 1971 corrió un más moderno
tren con el mismo nombre.
Doblemente vinculado a los ferrocarriles fue Jimmie Rodgers. Por un lado trabajó
en ellos como brakeman, guardafrenos, y luego en agosto de 1929, al ver un llamado
del sello discográfico RCA Víctor en la ciudad de Bristol, Tennessee,
graba para esta compañía pionera en 1929, “Waiting for a
Train “ y en 1930 “Train Whistle Blues”. Su carrera sería
corta y en ella se le conocía como The Singing Brakeman, ya que muere
en 1933 víctima de tuberculosis.
A finales de 1955, entre las primeras canciones que Elvis Presley grabó
para el sello Sun de Sam Phillips en Memphis, Tennesee, incluye “Mystery
Train “ donde canta:
"Ride, sixteen coaches long" (corre 16 vagones), que se llevaron su
chica lejos, comienzo heroico de este incomparable artista, donde grababa con
su guitarra, haciendo ritmo la primera guitarra de Scotty Moore y el contrabajo
de Bill Black.
“The Golden Rocket”, Hank Snow 1956, posee la particularidad de
referirse a una idealizada locomotora y sus vagones que nunca se construyó,
ni corrió y va de la mano de una no menos idealizada visión del
Sur, cuando dice: "sunny old south land" ("vieja y soñada
tierra sureña").
En 1971 Steve Goodman compuso “City of New Orleans" basándose
en un servicio ferroviario de Illinois Central entre las ciudades de Chicago
y New Orleans y en este trayecto describe: "estaré a 500 millas
para cuando este día se haya ido", resumiendo una tristeza nostálgica
porque el ferrocarril como medio de transporte se encuentra en franca decadencia
. En principio un tema más de los cientos dedicados al tema que nos ocupa,
pero en 1984, Willie Nelson lo rescata y lo catapulta hasta el N º 1.
En este punto, acudo a mi discoteca para echar una mirada a un álbum
de vinilo que data de 1975 , titulado “Destination Victoria Station”,
interpretado por nada menos que Johnny Cash; en él incluye doce temas
relacionados con ferrocarriles y, oh casualidad, o no tanto, en este trabajo
están incluídos varios de los temas arriba tratados.
John Fogerty lanzó en 1997 un álbum como solista, siendo todos
los temas de su autoría, lo cual realza el valor global de su perfomance,
y en él, el surco Nº 1 se titula “Southern Streamline“,
el tren que trae de vuelta a su chica, y manifiesta su admiración por
estos caballos de hierro, con frases tales: "rolling steel and thunder"
(acero y trueno rodantes), "hear that whistle blowing" (oye ese silbato
soplando), "hear that engine roar and whine" ( oye ese motor rugir
y gemir ).
Esta es una pequeñísima reseña acerca de una temática
que ha sido inspiración para cientos de composiciones en la música
country, cifra que sería motivo de algún voluminoso libro, este
modesto artículo, solamente trata que los lectores de esta página,
refresquen su memoria y recuerden las muchísimas canciones que nosotros
omitimos aquí.
Julio Cavallaro