Bizarros y a mucha honra.
12ª edición
del San Pedro Country Music Festival, San Pedro, República Argentina.
25, 26 y 27 de septiembre, 2015.
Unas palabritas.
Unos días
antes del comienzo del festival country de San Pedro, una nota en el diario
La Nación irritó a muchos participantes, desde cantantes a músicos,
a organizadores y público.
El artículo se refirió al festival como "una opción
bizarra". Comencemos primero, por partir del análisis del significado
del controvertido vocablo.
El término "bizarro" en nuestra lengua española significa
"valiente", "gallardo", "generoso", "espléndido"
("El bizarro marinero") pero en inglés, "bizarre"
ya toma un cariz distinto, significando "raro, extraño, estrambótico",
teniendo el vocablo inglés, su raíz en el francés "bizarre".
La bastardización de la palabra en español ha llevado a que se
tome hoy en día y de manera errónea, el significado en inglés
de "bizarro".
La periodista de La Nación, calificó entonces a los músicos,
asistentes y organizadores del festival de "raros, estrambóticos,
extraños".
Vemos entonces que su ignorancia lingüìstica es comparable a su ignorancia musical.
La opción del San Pedro Country Music Festival no era "una opción":
era LA opción para el fin de semana. ¿Qué otro festival
puede ofrecer como cuarenta bandas, en shows consecutivos de aproximadamente
20 minutos, con estilos afines de un tipo de música que es agradable,
alegre, profunda, dinámica, realizada por artistas de un indiscutido
altísimo nivel, en un ambiente amigable y familiar y de manera gratuita
y libre? ¿Existe alguna otra opción similar? No soy argentino,
me gustaría saberlo... pásenme el dato ya.
Como dice el dicho:
"ante palabras embarazosas, oídos anticonceptivos". La invitación
es a ignorar al ignorante, a dejar a ese/esa periodista con su acepción
equívoca de "bizarro" y tomar la otra, la del español,
la que tenemos que estar usando. Porque encarar este festival es de valientes.
Hacer una música distinta, que sufre constante prejuicio, también
es valiente. Los músicos que dejan de lado estilos económicamente
más redituables para hacer country, que viajan de lejos para ver a un
público ávido de esta música, son valientes, gallardos,
generosos y espléndidos.
Así que somos "bizarros" y a mucha honra.
Ahora sí: la crónica del festival.
Razones de fuerza mayor (un autobús con una hora de retraso, un arribo
tarde a San Pedro y estómagos pidiendo desesperadamente un tardío
almuerzo) me llevaron a perder parte del show del sábado. Los primeros
artistas (Giselle & The Mahogany's, Jorge Castillo y Old Richard) son entonces
comentados por el amigo Julio Cavallaro,
vicepresidente de la AMCU. Luego, con el estómago lleno y más
feliz, tomo yo la posta. Yo, por las dudas, soy Raúl Tejeiro
y aquí comenzamos.
Viernes 25.
Giselle
& The Mahogany's - Muy interesante presentación
la de este trío y por lo que pude averiguar hace apenas un año
que se han formado. Buena voz y muy buena interpretación por parte de
esta chica Giselle. Tiene 28 años y mucho tiempo para mejorar aún,
así que le auguramos un gran futuro, sobre todo basándonos en
la forma correcta en que se manejó al interpretar varios temas clásicos
que son muy conocidos y por tanto, con los que no se puede pifiar. Correcta
participación de los otro dos componentes de la banda .
Jorge
Castillo Bluegrass Trio - Comenzaron su actuación
con un tema góspel que mostró algún leve desajuste en la
parte vocal, de ahí en adelante movieron algún micrófono
y apareció la reconocida solvencia y facilidad para hacer excelente bluegrass
de Jorge Castillo. quien no en vano lleva unos 25 años en el género.
A la misma altura estuvieron los demás integrantes: gran nivel de Frank
Jacket como siempre y muy agradable sorpresa tomar contacto con el chileno Jaime
Contreras y su virtuosismo en mandolina. Impecable el bajo de Gastón
Dowlin y otra sorpresa interesante con J.L.Banjo. Bluegrass del bueno y que
merecía algunos minutos más, ya que hay pocos cultores de este
género en este festival.
Old
Richard - Tomamos contacto
con este artista cuando interpretaba una música country meláncolica
y reminiscente del Río Mississipi , ahora su música ha pegado
un giro de ciento ochenta grados y con el respaldo eficiente y profesional de
una muy buena banda , el espectáculo de Old Richard tiene una dinámica
y un gancho que atrae a un muy amplio espectro de público.
Cherry Collins - Buen sonido rockabilly nos ofreció esta banda que intercaló temas clásicos como "Don't Be Cruel" o "Big Hunk of Love" con ocurrentes temas propios como "Què Pasa con el Hétorrr?". Sonido movidito, entretenido, divertido, con claro gusto retro, que hizo bailar a un pueblo.
The Dapper Dan Band – Autodenominados "los niños rebeldes del country" desde Córdoba llegó este grupo, aclarando estar muy contentos de participar. Seis integrantes haciendo un Rock Sureño, fuerte, un poco estridente y por momentos pasado de revoluciones para un festival country. Se destacó el tema "Pretty Little Liar."
Tanna Ramponi - La joven no parece tener nombre de cantante country o algo parecido, es más, uno esperaría que entonara alguna tarantela mientras amasa una pizza. Pero Ramponi se presentó con un gran repertorio que significó un recorrido por clásicos como “Okie From Muskogee” (Merle Haggard), “Folsom Prison Blues” (Cash), “Jolene” (Dolly Parton), con mención especial a Loretta Lynn antes de ofrecer el doblete “Coalminer’s Daughter” y “You Ain’t Woman Enough”. Con cuatro músicos que la respaldaban adecuadamente, el set fue muy positivo, resultado de una cantante que sabe lo que canta. La excepción a la corrección la dió el último tema que fue extra, “Long Black Veil” y que no salió nada bien, algo reconocido por ella misma, debido a falta de ensayo del mismo. De todos modos, no opacó el buen rendimiento de una cantante a tener muy en cuenta.
La Rey
Band - Una de las grandes sorpresas del festival fue la llamada
La Rey Band. Si bien varios de los músicos integrantes ya han participado
de ediciones anteriores del San Pedro Country Music Fest, la vocalista líder,
Ana Rey, se presentaba por primera vez ante el multitudinario público.
Desde el arranque, la joven demostró una excelente voz más un
gran dominio escénico, sintiéndose muy cómoda haciendo
comentarios a la audiencia con total desenfado.
El repertorio fue muy bien elegido e incluyó desde “Every Little
Thing” (Carlene Carter), “Little White Church” (Little Big
Town) hasta el clásico de los Everly Brothers, “When Will I Be
Loved” aunque en versión onda Linda Ronstadt. También por
ahí estuvieron “Proud Mary” de John Fogerty y “Footloose”,
una de las más versionadas canciones del festival. Con Eugene Jv en bajo,
Fede Garcia Vior en teclados, Sebastián Sette en guitarra, Jorge Pedro
Fernández (ex integrante del grupo uruguayo The Mockers) y su marido
Pablo Palmieri en batería, Ana Rey brindó uno de los mejores shows
del festival, de los que hacen que uno no pueda evitar ponerse a bailar como
loco.
Buffalo Billys - Lamento no poder haber estado para ver a esta banda.
Bluebirds - Si van al 4104 de Hillsboro Pike, en Nashville, Tennessee, habrán llegado al histórico Bluebird Café, un reducto donde noche a noche, cuatro o cinco compositores se presentan a interpretar sus propias canciones. Han pasado por allí grandes de la música que luego se volvieron exitosos y algunos han regresado a compartir ese íntimo lugar una vez ya alcanzada la fama, a manera de agradecimiento y para dar esperanza a los novatos. En base a ese lugar, llegó el turno de los Bluebirds, una nueva agrupación en el festival que, sin embargo, presentaba a varios veteranos sobre el escenario sanpedrino. Adrián Tigen, Federico Petrozzino, Victoria Cusack, Gus Di Bella y Martin Blebel, dejaron de lado sus usuales agrupaciones para sumar armonías vocales y ofrecer sus canciones favoritas. “Just Good Ol’ Boys” del viejo Waylon, fue el puntapié inicial y siguieron con material desde el country-pop de Lynn Anderson (“Rose Garden”) hasta los alternativos Avett Brothers. Perfectas armonías crearon un clima mágico donde se lucieron Petrozzino con “A Kiss Before You Go” de Ryan Adams y Gustavo Di Bella junto a Victoria para su “Love Hurts”, del matrimonio Bryant. “She’s Everything to Me”, “Fat-bottomed Girls”, “Take it to the Limit” y “Till There Was You” fueron algunas de las otras páginas que nos brindaron estos cinco talentos. La agrupación permitió disfrutar de la voz y guitarra de Tigen, ya que este año no se presentó con su banda. Nos quedan las ganas de verlos en un lugar más intimista, como un teatro, o porqué no, el legendario Bluebird Café.
Rodrigo Haddad
- Volvió Rodrigo a hacer lo que sabe hacer mejor y es brindar country
del clásico: "Ghost Riders in the Sky", “Home of the
Blues” (Cash), “Crazy Arms” (Ray Price), “Just Good
Ol’Boys” (Waylon Jennings), “Oh, Lonesome Me” (Don Gibson),
“Workin’ Man’s Blues” (Haggard) o “Hey, Good Lookin’”
(Williams) con pareja de baile incluida, dieron paso a temas de años
más recientes como “Fallin’ & Flyin’” del
filme “Crazy Heart” o “I Lie When I Drink” de Dale Watson
en una selección cantinera con un artista de voz suave y clara, secundado
por muy buenos músicos. Participó en dos oportunidades, no sólo
el viernes sino también el sábado y la alegría de la gente
por verlo de nuevo fue evidente. Con su calidez y humildad, Rodrigo se ha ganado
el corazón de los asistentes al festival y es uno de los platos fuertes
cada año.
Su set dió la posibilidad de verlo junto a Yulie Ruth haciendo "Whiskey
River" y con Adrián Tigen, a dúo con “Guitars &
Cadillacs” de Yoakam y de ofrecernos originales composiciones como "From
Brazil to Tennessee", que cronica su recorrida en el mundo country brasilero
hasta llegar a la cuna del country en Nashville.
Sábado
26.
King Bee - Cristian Mamberto en voz y guitarra rítmica
y Eduardo Della Bruna en primera guitarra son de San Pedro y todos los años
dicen presente en el festival. La diferencia fue que este año crecieron
a cuarteto pero como siempre, su repertorio fue gran country blues. Especial
brillo lograron con “Bright Lights, Big City”, muy enérgica
con especial lucimiento para el armonicista y el gran clásico de Stevie
Ray Vaughn, “Pride and Joy”.
Carlos Carranza - Al igual que el año pasado, Carranza se encargó de dictar una mini-cátedra de Música Country, con un menú de artistas que quienes no conocen de country, deben salir a buscar ya mismo. El buen gusto de Carranza lo llevó desde el clásico de Don Gibson “Oh, Lonesome Me” hasta “Country Heroes”, con un sentido homenaje a aquellos artistas que evidentemente lo marcaron musicalmente. Siguieron “Only Daddy That’ll Walk the Line” –éxito de Waylon Jennings-, el cantinero “The Bottle Let Me Down” de Haggard y una estupenda versión de “Hoghway Patrol”, que a estas alturas, le sale mejor a Carranza que al propio Junior Brown. El cierre fue con “Mercury Blues”, en una versión muy personal y distinta a las que conocemos –principalmente de Alan Jackson, y una también de Dwight Yoakam. Con cuatro músicos acompañándolo, Carranza demostró que es un muy buen músico country, excelente guitarrista y un artista que no debe faltar en futuras ediciones de este festival.
Orlando Curti & The Groove Seekers - un serio accidente -se les rompió una guitarra- los llevó a hacer un set corto que no les permitió lucirse como podían haberlo hecho. Sin embargo, cabe destacar su "Blues de Devoto", lectura argenta de "Folsom Prison Blues" y su versión de “I’m a Lonesome Fugitive” de Haggard.
Gabriel
Gratzer & The Big Tequilas - Una vez más,
Gratzer vuelve a maravillar con lo simple de un set de blues acústico,
demostrando que no es necesario tanta parafernalia musical, saltos y revoleos
de cabello para brindar un gran show. Uno escucha a este magistral artista y
nos viene a la mente ese llamado “Deep South” (Sur Profundo) de
Estados Unidos, un barroso rio Mississippi, con la música de Georgia,
Alabama, Carolina del Sur y Louisiana, sonando como banda sonora.
Gratzer es como un efectivo agente viajero, que nos hace viajar a lindos lugares
en forma económica, o un gran pintor, que nos deja imágenes coloridas
que reconstruimos en nuestra mente con fragmentos de infinidad de películas
que hemos visto a lo largo de los años. Y si alguno ha tenido la suerte
de recorrer esos lares, notará que este maestro no desentonaría
en lo absoluto con los músicos del lugar, es más, hasta podría
enseñarles algo a muchos. “Highway 41” y una poderosa versión
de “John Henry” resaltan en un set que hubiera deleitado a Mark
Twain.
Bronco Totoras - La banda de Totoras llegó con una correcta, bien lograda versión de “Cocaine Blues”, aunque anduvieron un poco complicados con la pronunciación. “Rawhide”, clásico tema de la serie “El Hombre del Látigo” fue hecha con energía y brindaron un tema cuyo nombre se nos escapó, pero lograron en el mismo un estupendo nivel de yodeling, quizás el mejor hecho en años en San Pedro.
Sol Black - Sol Black es una joven nacida en Buenos Aires que gusta componer sus propios temas, los cuales alternó en el festival con algún que otro clásico. Poseedora de una muy buena y potente voz, esta chica que ha incluso cantado en el Bluebird Café de Nashville, está, sin embargo, más cerca de artistas como Joan Osborne que de Dolly Parton. Acompañada de guitarra y cajón, Sol ofreció además “Here I Am” y “Lonely Girl” (el tema “Lonely Boy” de los Black Keys, pero adaptado), entre otros de su propia creación. El toque country fue con “Jolene” de Parton.
Hickory Wind (Uruguay) - Si bien uno piensa en Hickory Wind y enseguida le viene a la mente la dupla padre/hijo de Daniel y Alejandro Viera, en esta instancia, el papá Daniel quedó lejos, por Perú. Sin desmerecer a Daniel, su ausencia ni se notó porque ha sabido hacer crecer la semilla del mejor sonido bluegrass en su hijo Alejandro, quien además se ha lanzado a la composición en este estilo musical. Acompañado por una variedad de artistas que van desde el argentino Carlos Ruiz en bajo hasta Diego White en mandolina hasta el estadounidense Glenn Taylor en guitarra steel a pedal, Alejandro brilló en temas clásicos como “Freeborn Man” de Jimmy Martin o en su propia canción “Bluegrass Heart”, que más que bluegrass uruguayo, suena como una canción incluida en alguna gran selección de lo mejor del Bluegrass. Daniel, cuando quieras, volvé de la jungla del Perú, pero sino, el pibe se desenvuelve lo más bien!! Vale destacar la colaboración vocal de Taylor en “Hey Good Lookin’” y “Make me a Pallet on the Floor”
Chowi - Chowi es una blonda cantante que debutó el año pasado en el festival acompañada en guitarra por Nicolás Constantinidis. Este año, la joven vino con una gran secuela, con banda completa y todo, con un set country rock y un poco bluseado. Desde Sheryl Crow (“All I Wanna Do”) hasta los Lumineers (“Hey Ho!”), desde Shania Twain (“Man! I Feel Like a Woman”) hasta su gran influencia, Janis Joplin (“Cry, Baby” y “Take a Piece of my Heart”) la chica y sus cuatro músicos dieron un show fuerte que nos dejó con ganas de más, aunque el show no sea del todo country que el festival necesita.
Holy Cows - Luego de country-pop variado, arribaron–con todo respeto- las vacas sagradas del evento. Las Holy Cows son Rosario Baeza, Trinidad Lopez, Clara Testado y Patricia Méndez, quienes llegaron al escenario con una excelente muestra de country clásico con “Jambalaya” y “Folsom Prison Blues” –en claros homenajes de Baeza a Patsy Cline- y temas propios como el desopilante “Rastrojero”, humorística idea de un cowboy de Alabama que termina como parrillero en Argentina. Con notorias influencias de Cline y las Andrew Sisters, las Holy Cows demostraron que son excelentes músicas, cantantes y compositoras, y se han convertido en uno de los shows esperados en el escenario country argentino.
Billy
La Rocka - Indiscutido favorito en el festival, Billy La Rocka
hizo lo que sabe hacer: ofreció una fuerte dosis de rockabilly, country
clásico y rock del añejo. Batería, bajo y tres guitarras
acompañaron la energía de Billy, mientras este encaraba “Call
Me the Breeze” de J.J. Cale, “Sister Golden Hair” de America,
“Hot Rod Heart” de Fogerty o el ultraclásico “These
Boots Are Made for Walkin’”, tema pop que muchos grupos country
han tomado bajo su ala en las últimas décadas, que a su vez dio
paso a “She’s About a Mover” de Sir Douglas Quintet.
Infaltable es la presencia de su guitarrista Walter Macedonio, un roquero de
ley con corazón country que se ha convertido en la mano derecha de Billy.
Bailarines en el escenario completaron un show redondo y ampliamente disfrutable.
Fernando
Goin - Llegó al escenario uno de los popes del country/folk
argentino: Fernando Goin, un artista que siempre ha mostrado una gran influencia
de creadores como Bob Dylan, Merle Haggard y Hank Williams, lo cual demuestra
en temas como “Tirando Dardos” o el favorito “Cortando con
la Tristeza”. Un par de incursiones en los años 50 hizo Goin con
“Matchbox” y con “Blue Suede Shoes”, en la que contó
con el veterano compinche Johnny Tedesco. En un terreno netamente cantinero,
brilló el tema “Las Cosas Como Son”, con un sonido cercado
al del legendario Ernest Tubb, en un set donde estuvo, como siempre, muy bien
respaldado por sus músicos Luis Taboada (guitarra), Carlos Rotondaro
(bajo) y Pablo Palmieri (batería, aunque con alguna participación
del peque Augusto Goin)
Un show redondo, enérgico, que indudablemente ha de disfrutarse mucho
más en una mayor extensión, más allá de los 20 minutos
que brindan en este escenario.
Yulie
& Vane Ruth - Las parejas han sido algo clásico en
el terreno country: recordemos a Roy Rogers y Dale Evans, a Johnny Cash y a
June Carter y más recientemente, a Tim McGraw y a Faith Hill. Pues por
estos lares, el mundo country argentino no se queda atrás porque tienen
a Yulie y Vane Ruth. El primero lleva muchos años remando contra la corriente,
ofreciendo su puro country onda Honky Tonk y Western Swing, mientras que ella
entró más recientemente al mundo country de la mano de su marido.
Pero Vane ya ha dejado de ser “la señora de” para convertirse
en una estrella con brillo propio. El set de los Ruth los tuvo intercambiando
canciones como “Ruta 66” (versión Western Swing a cargo de
Vane), “Juntos a la Par” (voz de Vane, letra de Yulie), “El
Cree en Mí” (adaptación de un clásico de Kenny Rogers,
“She Believes in Me”), “Si Tan Sólo”, “Retro”
y “Tan Lejos de Texas” a cargo de Yulie, además de “Poetas
de Overol” y “Las Rutas del Desierto” junto a Fernando Goin.
Para un artista que suena igualito a Willie Nelson, era infaltable el clásico
“On the Road Again” donde habla de hacer música con sus amigos
y para honrar tal letra, invitó a Fernando Goin a cantar el tema con
él.
Los Ruth con invitados brindaron un show mayúsculo, una de las delicias
del festival.
Pasto Loco - Pasto Loco nunca defrauda: uno sabe de primera que se encuentra frente a una de las mejores bandas country de Argentina, una que incluye además, algunas visitas a otros estilos. “Manic Monday” de The Bangles, realizada por los pastos locos suena tan country y acertada como “The Bottle Let Me Down” del maestro Haggard. “Karma Chameleon” (Culture Club) o “Hey, Ho” (The Lumineers) fueron alternadas con dúos entre el valiente Constantinidis y Victoria Cusack. Digo “valiente” porque no es para cualquiera encarar un dúo con una de las mejores voces femeninas del festival, como es Victoria Cusack. “Jackson” y “Folsom Prison Blues” fueron el tributo al Hombre de Negro, en un show donde también participaron muy acertadamente Willie Ares Pacheco en guitarra eléctrica, Diego Avaca en batería y Mariana Leivas en bajo.
No Bull - No Bull es, sin dudas, una de las bandas argentinas de Música Country que más presentaciones tienen al año. Y eso se nota a la legua, debido al nivel interpretativo que vuelcan sobre el escenario, con dinamismo y seguridad. El show es perfecto, con un equilibrado balance entre covers (“Big River”, “Write This Down”, “Livin’ on Love”) y temas propios como el excelente Western Swing de “A Girl Like You” o “Why Did You Say”. Especial lucimiento para su vocalista Leslie Hortis, con una gran versión de “Suspicious Minds”. No Bull: palabras mayores del sonido Country argentino.
The Monkeyness
- Sin desmerecer a los otros cinco integrantes de la banda, sabemos de primera
que la presencia de Federico Petrozzino en la agrupación es garantía
de gran nivel musical. No es casualidad a estas alturas, que banda en la que
esté, ofrezca excelente música y lo hemos constatado a lo largo
de los años con Los Hijos de Dylan y con los Bluebirds. The Monkeyness
presenta un fresco compilado de sonidos californianos, de San Francisco, de
carretera, de diner americano, con fuerte influencia de los Byrds y los Flying
Burrito Brothers.
En la noche de San Pedro, ricas armonías vocales brindaron una selección
que incluyó “Lay Down, Sally”, “Stuck in the Middle”
o “You’re the One”. Un sexteto excelente, absolutamente imperdible.
Max Country
Music - Hablar de MAX en el terreno country argentino es como
hablar de la banda Alabama en los Estados Unidos: son referentes ineludibles
del mejor show country. Lejos de acomodarse a lo que hacen bandas country-pop
del momento por el lejano Norte, los MAX ofrecen un sonido country del mejor
con temas como “The Right Place” (The Derailers), “Two of
a Kind” (Garth Brooks), “Thanks a Lot” (Ernest Tubb), “What
a Crying Shame” (The Mavericks), “Whos’s Cheatin’ Who”
(Alan Jackson) y “Chicken Fried” (Zac Brown Band). Especial lucimiento
para las versiones de “I’m From the Country” (Tracy Byrd)
y “Good Time” (Jackson) además de una notable incursión
de una futura pequeña gran artista country argentina: Rocío.
Excelente show que fue redondeado, además, con bailarines country en
escena. ¿Qué más se puede pedir?
Mack
Stevens (USA) - El ex-cartero Steve McClanahan es conocido en
el mundo musical por el nombre de Mack Stevens. Nacido en California pero con
fuertes influencias de Texas, este artista visita mucho Argentina donde es un
gran favorito. Especialista en el estilo country denominado Rockabilly, sus
shows han sido elogiados por la energía y frenetismo de los mismos. Con
el clásico “hiccup” del viejo Rockabilly, Stevens arrancó
como una locomotora con “Honky Tonk Hardwood Floor” de Johnny Horton
y siguió con “Working Man’s Blues” (Haggard), “Home
of the Blues”, “Cry, Cry, Cry” y “I Walk the Line”(Cash),
“You Win AGain” (Williams), “Lonely Weekends” y “Break
Up” (Charlie Rich y Jerry Lee Lewis), “Drinkin’ Wine Spo Dee—O-Dee”
(Lewis), además de temas propios como “I Told the Moon”,
“I Hate the Moon” y la loquísima “Yo Le Doy”,
cuyo estribillo fue cantado por miles en la noche sanpedrina.
Su homenaje al rock clásico llegó con “Whole Lotta Shakin’
Goin’ On” de Lewis y con la presencia de Johnny Tedesco para hacer
su legendario “Rock del Tom Tom” mientras le daba fuerte a la miel
en una botellita –aunque muchos pensaban que era algo distinto!-. Stevens
y sus músicos (Fernando Couto, guitarra; Carlos Rotondaro, batería;
Luis Musa, teclados) sacaron adelante un show electrizante y Stevens se lució
con el dinamismo arrollador y locura característica de los grandes rockabileros
desde Lewis y Sleepy LaBeef a Jason D. Williams y dejó al público
con ganas de un gran concierto con un mayor repertorio.
Domingo 27.
Far West - La banda es, indudablemente, una de las
favoritas del festival, siempre con su Tributo a Creedence a cuestas. Entre
las canciones ofrecidas estuvieron "Tombstone Shadoe", "Down
on the Corner", "Cotton Fields", "Banda Viajera" (a
pedido del público) y "Lookin' Out My Back Door". Musicalmente
suenan muy bien y el vocalista suena parecido a Fogerty, aunque el problema
de su pronunciación en inglés hace que se vuelva, por momentos,
ininteligible lo que canta. Ajustando esto para mejorar la pronunciación,
el show logrará una jerarquía distinta.
Joe Moreno
- Moreno y sus chicas ofrecieron un show vocalmente impecable con música
funky, pop y gospel y hasta algo medio disco como "Footloose", uno
de los temas más versionados en el festival. Interesante fue su versión
gospel de "Are You Ready for a Miracle?" (¿Estás listo
para un milagro?). Nosotros estábamos listos para escuchar Música
Country, la cual nunca llegó y quedó en el sobre. Buenas voces
y buen show, pero con ponerse sombrero de cowboy no alcanza para ser country.
Estamos seguros de que Moreno podrá encontrar un repertorio más
campirano para brindarnos con sus estupendas voces.
Los Búfalos Sedientos - Los Búfalos
Sedientos brindan rock sureño y country rock del fuerte. Con un vocalista
con pinta de malo, bien malo de película, la banda suena fuerte, segura
y dirigida especialmente a sus seguidores motoqueros, aunque todos disfrutamos
de temas como “Historia de Vaqueros”, “La Carreta” o
“Whiskey Sentimental”. Fueron el toque rudo del festival.
Roxy Indica and the Volunteers - Roxy es una diseñadora de ropa muy especial -especial su ropa y ella-, quien desde hace poco tiempo ha comenzado a incursionar en el mundo musical. Con una buena banda que incluye a un gran guitarrista como Black, se presentó el año pasado por primera vez y este año nuevamente, pero curiosamente, parece que los nervios le jugaron en contra. Reconocemos que no debe ser fácil presentarse ante 10.000 personas y tener que compartir escenario con los tremendos cantantes que el festival convoca y quizás eso haya afectado a Roxy, que no estuvo al 100 % de lo que puede dar vocalmente. Pero como ella es muy constante y siempre logra lo que se propone, sabemos que el aspecto vocal será superado, logrando una confianza en sí misma que esperemos vuelque en la próxima edición. Destacamos sus versiones de "These Boots Are Made for Walkin'" y "Mendocino".
Melody & Co. - Melody es el toque juvenil, Disney, del festival. Es indudable que ha ido trabajando en su voz y canta mejor, pero quizás el tipo de show que brinda no es, visual o musicalmente hablando, muy acorde para el público de este festival. Estamos refiriéndonos a gente, en su gran mayoría, de treinta y pico para arriba y que seguramente dejaron hace tiempo de ver MTV o el Disney Channel. El repertorio de Melody es pop / rockero con guitarras muy, muy, estridentes, abundantes sacudones de cabello y varios “uuuuhs” y “aaaahs”.
Lajtavary Family Band - La verdad sea dicha: luego de un domingo que comenzó con pop, góspel, rock sureño y otros yuyos, el verdadero festival country comenzó con la llegada a escena de Andre Lajtavary y su familia. Ese fue el momento en que los grandes del country fueron convocados por esta banda que ya desde hace unos años, está brindando un show familiar ameno y con una buena selección musical. Merle Haggard, Tammy Wynette, Johnny Cash y hasta Carlene Carter son los artistas cuyas canciones son entonadas alternadamente por el veterano Andre y por las chicas de la banda. Él ya tiene claro qué le queda bien cantar y qué no, por eso elige un repertorio ajustado a su interpretación sin meterse en aguas turbulentas y las canciones que demandan un mayor desafío vocal quedan a cargo a de su esposa Susana y su hija Zsu. En concreto, un show prolijo, redondito, que conforma a los amantes del country más clásico, verdadero y eterno.
Gus DB & Angels Band - Segundo año para Gus Di Bella y su Angels Band con un repertorio con un fuerte aire de country-rock californiano que se paseó desde muy buenos temas propios como “Lonesome Goin’ Home” hasta el aguileño “Take It Easy”. Como si tener en la banda a Matias y a Santiago Fraga en guitarras, además de Diego Avaca en batería y Luis Musa en teclados no fuera suficiente, Gus Di Bella cuenta con la poderosa voz de Cecilia Fraga (sorprende una chica tan menudita con una voz tan grande) y encima, se da el lujo de contar con Martin Ficher en violín que subió a dar una mano en varias canciones: es como un buen cuadro de fútbol que cuenta con la visita de Messi para jugar. “Walk in the Country”, “No One Needs to Know” y una poderosa “Six Days on the Road” redonearon un set de lujo.
Gabriel Taborda All Show - Gabriel Taborda, un verdadero historiador del rock mundial y argentino, deleitó al público con un amplio repertorio de clásicos, aunque este año nos parece que estuvo aún más roquero que otros. Desde Cliff Richards & The Shadows hasta Los Gatos, para nuestro gusto, un punto altísimo fue su versión de “Sexy & 17” de los Stray Cats. Taborda es un gran showman con especial lucimiento como guitarrista, pero lejos de robarse el escenario, lo comparte sabiamente con Laura Romero, quien aportó joyitas como “Walking on Sunshine” o el éxito de Trisha Yearwood, “That’s What I Like About You”. Hay gente que todavía sigue bailando.
Lorena Sartori - Lorena tiene una agradable voz para el country-pop, que ofrece con temas de Shania Twain como “Man! I Feel Like a Woman” o “No One Needs to Know” aunque a nivel de pronunciación, preferimos su portugués a su inglés y así lo demuestra versionando temas de la brasilera Paula Fernándes, una ídola norteña de la llamada música sertaneja, un estilo semejante al country. Buena presentación que logró una positiva recepción por parte del público.
Rebeca
Caldera & the Crazy Riders - Tal como lo había anunciado,
por cumplirse 10 años de su presencia en el escenario del festival country
de San Pedro, Rebeca Caldera ofreció su homenaje a una de sus ídolas
y mayores influencias: Emmylou Harris. El set incluyó “Wheels”,
“Born to Run”, “White Shoes”, “In My Dreams"
y una emotiva version de “Boulder to Birmingham”, acompañada
en varias de estas canciones por el uruguayo Alejandro Viera en mandolina y
por el norteamericano Glenn Taylor en guitarra steel a pedal.
Con una voz cálida y firme, Rebeca sonó más country que
otros años, acompañada como siempre de manera muy efectiva por
Carlos Ruiz en bajo y por los Olcese en guitarra y batería. Esta banda
es otro de los placeres imperdibles del festival.
Jesús Terrazas (USA) - Desde Texas, llegó el Danny Trejo del country sudamericano. Terrazas tiene un aspecto que atemoriza, de guardaespalda malísimo, pero termina resultando un tipo muy amigable y tranquilo, que sin embargo, en el escenario se las arregla para ofrecer un show muy potente. Acompañado principalmente por la banda de Rebeca Caldera, Terrazas dejó un country que recuerda a la música de la banda Confederate Railroad. “Llegan los Vaqueros”, “Sólo un Beso”, “Con los Pies en la Tierra” y “La Espera” a dúo con Rebeca Caldera, fueron lo mejor de su set.
Maverick Country Band - Los Maverick son de Usuahia, y nada que ver con The Mavericks de Raúl Malo. Vienen de lejos y afortunadamente, llegan siempre cargados de muy buena música . “Don’t Send the Invitation” de Adam Gregory o “Whiskey and You” de Tim McGraw marcaron su incursiòn por un country más reciente, que aderezaron con “Green River” de “los Creedence” y con “Guerreros del Camino”, dedicado a los numerosos motoqueros a los costados del festival. Como siempre, muy bien el vocalista Gabriel Nieto con una fuerte banda que lo acompaña eficientemente. Nos quedamos extrañando su lado más tradicional, con temas de Roger Miller y Buck Owens, como hicieron en otras ediciones.
Sergio Gabriel Martínez Country Band - Pioneros del sonido country en la Argentina, miembros del legendario grupo “Sunrise”, los integrantes de la Sergio Gabriel Martinez Country Band o SGM Country Band, brindaron un set irregular donde brillaron en las armonías de “Seven Bridges Road” de Steve Young pero falló la pronunciación y letra de “Thank God I’m a Country Boy”, éxito de John Denver con el que ya habían tropezado el año pasado. “Botas Viejas” de la época de Sunrise y la enésima versión de “Lookin’ Out My Back Door” fueron otros ingredientes de esta receta que, sin duda, podría mejorar.
Henry
Donati & Southbound - Inconvenientes de ultimo momento llevaron
a Henry Donati a buscar nuevos músicos los días previos del festival.
Pero convengamos que este artista siempre parece tener un as en la manga: la
banda no sonó para nada como un grupo de artistas reunidos a último
momento, sino como una sólida agrupación con una misión
bien clara: hacer country clásico y del bueno.
Desde el bluegrass de “Don’t Fall in Love With Me, Darling”
hasta el honky tonk de “You’re Still on my Mind” o “All
my Exs Live in Texas”, Henry mostró sus dotes de músico
y cantante y se lució junto a su hija Juanita, quien dejó su versión
del éxito de Bonnie Tyler, “It’s a Heartache”. Buen
show, sin duda alguna.
Johnny
Tedesco - En Estados Unidos se ha dado por años, el curioso
caso de roqueros de los años 50 y 60 quienes, pasada su popularidad en
esas décadas, encontraron un nuevo público en la Música
Country. Salvando las distancias, algo similar parecería haber sucedido
aquí. Si bien parece que Tedesco se presenta con sus shows con cierta
asiduidad, el número de espectadores suele estar muy lejos de la cantidad
que lo ovacionó en la noche del festival. Y convengamos que el hombre
se ganó cada segundo de ovación con una actuación formidable,
con una voz intacta, con un gran carisma pero al mismo tiempo, con una simpleza
y humildad que transmitía a cada segundo.
Hits en español y en inglés se alternaron y así llegaron
“Presumida”, “Stuck on You” y “All Shook Up”
(de su ídolo Elvis), “Rock del Tom Tom”(su marca registrada),
“Little Sister” (con versión más cercana a Yoakam
que a Elvis), “La Vida es una Sola” (con su compinche Fernando Goin),
“Latinoamericano” y una versión de “Act Naturally”
que fue, por lejos, de lo más country de todo el festival. Y encima habló
del “éxito de Buck Owens, luego grabado por los Beatles”
o sea, que el hombre la tiene clara.
Esperamos sinceramente que Tedesco haya encontrado un nuevo público y
todos esos jóvenes roqueros y rockabileros que fueron gran parte del
público de San Pedro, se vuelquen a verlo en sus próximas presentaciones.
Se lo tiene bien merecido.
Wanted - Wanted son siete músicos que se pasean por un repertorio Honky Tonk y Country Rock, con material de Buck Owens (“Love’s Gonna Live Here”), Alabama (“If You’re Gonna Play in Texas”), CCR (“Looking out my Back Door”, “Fortunate Son”), “Gone Country” y “Livin’ On Love” (Alan Jackson), “Dead Flowers” (Rolling Stones) y otros. Material muy prolijo, ajustado, brindado con la experiencia que la banda ha logrado gracias a múltiples presentaciones. Son de los favoritos del público, una agrupación muy buena liderada eficientemente por Martin Blebel.
John Mc Inerny (Elvis Vive) - El show de John McInerny nos trae éxitos de Elvis Presley con un artista que no trata de imitarlo, sino que rinde tributo a un artista inolvidable. El público lo tiene bien claro y nadie pretende que John se pasee por el escenario, se seque la transpiración con pañuelitos para luego arrojarlo a los fans o recoja ositos de peluche, como hacía el Rey del Rock. Lo de él es algo más tranquilo en lo físico, pero enérgico vocalmente. “C.C.Rider” da el puntapié para un espectáculo en el que seis artistas en escena nos llevan al rock de los años 50 a los 70. “Seven Nights to Rock”, “Burning Love”, “Always on my Mind, “All Shook Up”, “Blue Suede Shoes”, “Big Hunk o’Love”, “Can’t Help Fallin’ in Love” son algunas de las canciones que McInerny desgrana con facilidad y potencia y que uno ya conoce de memoria, pero nunca se aburre de escuchar. Curiosamente, el tema más cercano al country en la noche, fue responsabilidad de la joven vocalista femenina, que cantó “Lone Star”. Un gran show a cargo de un gran artista.
El cierre fue como siempre, con muchos de los músicos participantes sobre el escenario, entonando este año el clásico de Chuck Berry "Johnny B. Goode" mientras que el cielo se iluminaba con fuegos artificiales y a muchos -y esto es verídico- se les caían las lágrimas de tristeza al ver finalizados esos tres días de música, amistad y buena que onda que uno espera por mucho tiempo.
Y ahora, si no lo
toman a mal, algunas recomendaciones finales a las bandas:
- Cuando en el repertorio incluyan composiciones propias, les sugerimos a los
artistas que digan claramente el título de las mismas. Piensen que si
al público les gusta, será más fácil la difusión
de la canción si el título de la misma lo conocemos todos y no
sólo la mamá del cantante.
- Busquen algo práctico
y fácil de recordar como nombre de la banda o incluso, si son solistas,
como nombre artístico. Piensen que si Henry John Deutschendorf Jr. se
cambió el nombre a John Denver, por algo habrá sido: imaginen
lo que habría sido si hubiera mantenido el original!! MAX o Wanted son
nombres fantásticos para bandas, fáciles de recordar y muy conectados
con la onda country: no me imagino una banda de hip-hop que pueda llamarse MAX!
Wanted es una palabra hasta conocida por quienes no saben inglés, ya
que la hemos visto en esos afiches con forajidos en infinidad de filmes.
Si quieren mantener el nombre del / la vocalista líder, asegúrense
de que sea un nombre corto y recordable: ponerle a la banda La Hermenegildo
Joaquin Benedetti Country Band no pega mucho, no?
- Si insisten en cantar en inglés, trabajen en la dicción. No
es necesario hablar inglés a la perfección, sólo aprender
sonidos y decir las palabras lo más cercano posible a la pronunciación
sajona. En algunos casos, algunos cantantes sonaban ininteligibles y un amigo
norteamericano nos decía "no entiendo nada de lo que cantan"
y se suponía que era inglés.
- Si bien las bandas tienen unos 20 minutos para tocar, y dependiendo de la hora y del éxito de la presentación, se les permite hacer algo más, tengan más temas preparados en la manga y sepan ser flexibles con el repertorio: si notan que una canción ya ha sido interpretada por otras 25 bandas, no la repitan!! Aún aunque crean que su versión es muy superior a las otras 25 antes escuchadas: esto no es un concurso a ver quién la hace mejor, es un festival. "Lookin' out my Back Door" es una linda canción, pero escucharla como diez veces ya fue un poco agotador. Y ni les digo las que ni siquiera son country: ¿alguien contó cuántas veces se hizo "Footloose"???
CountrySur
- cuatro países unidos por la Música Country: Argentina,
Perú, Brasil y Uruguay. |
Y así, con
recomendaciones y todo, llegamos al final de esta crónica del 12º
San Pedro Country Music Festival. Esperamos que la misma haya sido de su agrado:
si así lo fue, nos pueden dejar sus comentarios en nuestra página
de Facebook buscándonos por AMCU - Asociación de Música
Country de Uruguay o haciendo click
aqui.
Y si no les gustó algo, también los invitamos a comunicarnos sus
diferentes opiniones de la manera más civilizada posible. Desde ya, agradecemos
abstenerse de enviarnos asesinos a sueldo o de recurrir a la Magia Negra y ritos
satánicos como venganza.
Como dijo el famoso filósofo norteamericano Bugs Bunny: "Eso es
todo, amigos!!"
Raúl Tejeiro
Especial para AMCU
Octubre, 2015