Arrésteme sargento,
y póngame “chains”.

En la Música Country existen muchos subgéneros musicales, como el Western Swing, el Rockabilly, Honky Tonk, Bluegrass y varios más, cada uno con sus características de interpretación, sonido y uso específico de instrumentos. Pero también existen los llamados subgéneros temáticos, donde la clasificación puede hacerse según el tema que las canciones aborden. Así pues, tenemos las llamadas canciones de trenes o “train songs” las cuales, cuando los trenes perdieron su fuerza como medio de transporte, fueron reemplazadas en los años cincuenta por las canciones de camioneros, o en inglés “trucking songs”. Tenemos también las “drinking songs” donde el protagonista es la bebida o un alma perdida en el alcohol, las “cheating songs” o canciones de infidelidad y también las llamadas “prison songs”, aquellas cuyo tema es la vida carcelaria.
Este último subestilo tuvo su gran popularidad en los años 40, 50 y 60, pero en las décadas más recientes ha sido dejado de lado progresivamente. La razón quizás sea no una, sino varias: nuestra sociedad se ha volcado gradualmente a valorar lo estético y exterior tanto a nivel personal como social, con poco análisis de aquello que signifique un “problema”, llegando incluso a ocultar esos aspectos negativos. Ha ido surgiendo incluso el llamado lenguaje “políticamente correcto”, que busca términos más “agradables” y menos “ofensivos” para aquellos aspectos considerados socialmente “no muy lindos”. Será por eso que lo que antes conocíamos como cárceles o prisiones, pasaron a llamarse “instituciones correccionales” y más recientemente, “centros de rehabilitación” y a los que antes conocíamos como “presos”, fueron luego llamados “reclusos” y ahora “internos”.
El género country no ha escapado a este grado de ocultamiento o “edulcoramiento lingüístico” y seguramente sea esto lo que ha llevado a que las canciones cuyo tema es la bebida –“drinking songs”- hayan ido cambiando, incluyendo letras que cuentan lo terrible del alcoholismo y lo positivo de los grupos de autoayuda o Alcohólicos Anónimos. Por supuesto, la sociedad cambia y eso se ve reflejado en la música, pero en el caso de las canciones de prisiones –“prison songs”- en muchos casos poco ha cambiado: en gran mayoría de los países, estos “centros de rehabilitación” poca rehabilitación ofrecen y las condiciones de hacinamiento y degradación moral y psicológica continúan como si nada, es más, en muchos hasta sigue existiendo aún la pena capital. Pavada de rehabilitación.

LOS CONCIERTOS
Quizás uno de los primeros en percatarse de las condiciones en las que los “internos” se encontraban en los “centros de rehabilitación” haya sido Johnny Cash. O por lo menos uno de los que hizo algo de manera masiva. Luego de seis años de conversaciones con Columbia Records, Cash encontró en Bob Johnston al productor que creyó en la idea de que un album en una prisión sería más que un evento musical: en 1968 y 1969, Cash grabó dos lps, “At Folsom Prison” y “At San Quentin”. “Detrás de las rejas, eres el objeto de un programa cuidadosamente planeado, combinando aislamiento, castigo, entrenamiento, discursos, etc., diseñado para hacerte lamentar tus errores...ves una cucaracha y no la matás, porque envidiás la libertad que tiene...escuchen este album y oirán las puertas que se cierran, el chillido de los silbatos y el grito de los hombres –hasta la risa, de aquellos que han olvidado cómo reír”, escribía Cash en la contratapa del primer lp. Los álbumes de Cash se convirtieron, según los críticos de la revista Rolling Stone, en un verdadero documento social. Cash llegó incluso a grabar un tema de un condenado a muerte, Glen Sherley, titulado “Greystone Chapel”, que le fuera alcanzada al cantante por un cura del penitenciario. El tema fue grabado en vivo la noche siguiente para gran sorpresa Sherley, quien llevaba catorce años en cautiverio.


Muchos otros artistas siguieron los pasos de Cash, entre ellos Merle Haggard –quien incluso había pasado algunos años tras las rejas antes de alcanzar la fama- y su, por entonces, esposa Leona Williams.
Williams se autoproclamó “La Primera Dama de San Quintín” (“San Quentin’s First Lady”) y se presentó en dicha prisión en 1976, grabando en vivo un lp con ese título, acompañada por el grupo de su marido, The Strangers, brindando una selección con títulos más que elocuentes: “I’m Here to Get My Baby Out of Jail” (Vengo a sacar a mi hombre de la cárcel), “Prisons Aren´t Only For Men” (Las prisiones no son sólo para los hombres) y “San Quentin”.
Como curiosidad, agreguemos que el actor Joaquín Phoenix, quien interpretó a Johnny Cash en el filme “Johnny & June”, brindó un concierto el 4 de enero del 2006 en la prisión de Folsom, recreando frente a los presidiarios los conciertos que el Cash original diera en enero del ’68.


TRAS LAS REJAS.
Hacer un listado de los artistas country que han pasado un tiempo tras las rejas nos daría una larga lista, con nombres famosos y otros no tanto, con reclusiones que van desde una noche hasta varios años. Luego de la muerte de su padre, Merle Haggard se tornó un adolescente difícil que se volcó hacia delitos menores hasta que finalmente, en 1957 fue recluido en San Quintín por robo, donde incluso, llegó a planear una fuga que nunca se concretó. Allí fue donde, a instancias de uno de sus hermanos, Hag decidió enderezar su vida, lo cual lo llevó a ser más adelante y ya convertido en estrella, un ejemplo de voluntad para otros reclusos.


Johnny Paycheck, amigo cercano de Haggard, también paso unos años tras las rejas, luego de un incidente atacando a un parroquiano en un bar en Ohio en 1985. Sentenciado a nueve años de prisión, en 1988 comenzó su condena, pero gracias a sus estudios y buena conducta, fue liberado en enero de 1991. Recibió en prisión, el respeto de los otros reclusos y la visita de muchas celebridades, incluido el propio Haggard, quien grabó un album en prisión con Paycheck, material que aún no ha visto la luz del día.


Uno de los casos más trágicos quizás sea el de Donell Clyde Cooley, conocido como “Spade” Cooley, quien luego de ser una de las mayores estrellas del sonido Western Swing, sus problemas de alcohol se mezclaron con los afectivos. Dividido entre el odio por su segunda esposa, pero a su vez deseando una reconciliación, el conflicto culminó trágicamente cuando una noche de julio de 1961, Cooley ultimó a su ex, todo presenciado por la hija de ambos, de tan sólo 14 años. Sentenciado a cadena perpetua, Cooley se reconcilió con la vida, enseñando música a los otros reclusos y su buena conducta significó que las autoridades de la cárcel Vacaville, le dieran permiso para salir a un concierto en Oakland, California. Luego del concierto benéfico frente a 3000 personas, Cooley agradeció al público y a las autoridades por la oportunidad, y al retirarse tras el escenario, sufrió un paro cardíaco. Era noviembre de 1969.
Más artistas han ido a prisión, aunque temporalmente, principalmente por problemas de alcohol: Glen Campbell, John Denver, Lynn Anderson, David Allan Coe, Toby Keith, Hank Williams Jr., Carlene Carter, entre otros.

Glen Campbell: ¡marche preso!!


ALGUNOS CLÁSICOS.
Muchas de las composiciones pertenecientes a esta categoría han pasado a ser considerados clásicos en el género country. A continuación, he aquí una breve lista, que seguramente podrá ser ampliada gracias a la memoria de los lectores.

Green, Green Grass of Home” – (El verde, verde pasto de mi hogar). Compuesto por Curly Putnam, uno de los principales compositores del género, este tema ha sido grabado por casi dos mil artistas, desde Kenny Rogers y Joan Baez hasta Roger Whittaker y Elvis Presley y significó el comienzo de una exitosísima carrera para Tom Jones cuando el galés la interpretó en 1966. El narrador describe su llegada en tren al hermoso pueblo natal, donde es recibido por su familia y a donde llega para, una vez más, tocar “el verde, verde pasto” de su hogar. Pero súbitamente, despierta para descubrir que está realmente en prisión y será ejecutado en pocas horas.

“Entonces me despierto y miro alrededor a los grises muros que me rodean y me doy cuenta de que sólo estaba soñando, porque hay un guardia y un viejo y triste sacerdote y del brazo caminaremos al amanecer y otra vez tocaré el verde, verde pasto de mi hogar...”

“Mama tried” – (Mamá trató) – Autobiográfico relato de Merle Haggard que cuenta cómo, a pesar de los pedidos de su madre, terminó viviendo parte de su juventud tras las rejas.

“Cumplí 21 en prisión, sentenciado de por vida sin palabra; nadie pudo enderezarme pero mamá trató. Mamá trató de educarme mejor, pero sus súplicas yo rechacé, eso me deja a mí como único culpable, porque mamá trató.”

“Sing Me Back Home” – (Regresame a casa en una canción) Otra composición de Haggard sobre el último pedido de un sentenciado a la pena capital.

“El guardia guió al prisioneror por el pasillo hacia su destino final y yo me paré para decir adiós como todos los demás, y le oí decirle al guardia, justo antes de llegar a mi celda ‘deje que mi amigo guitarrero cumpla con mi pedido. Déjelo que me lleve a casa en una canción, a las canciones que yo solía escuchar, que haga revivir a mis viejos recuerdos, que me saque de aquí y haga retroceder los años, que me lleve en una canción antes de que yo muera.”

“Folsom Prison Blues” – (Las tristezas en la Prisión Folsom) – Este tema había sido compuesto y grabado por Johnny Cash durante su estadía como soldado en Alemania, en la década de los años 50. Cobró tremenda popularidad cuando lo regrabó en el concierto en vivo en la prisión del título.

“Cuando era sólo un bebé, mi madre me dijo, ‘hijo, siempre sé un buen chico, nunca jamás juegues con armas’ pero le disparé a un hombre en Reno, sólo para verlo morir. Ahora, cuando oigo el silbato del tren, bajo mi cabeza y lloro.”

“25 Minutes To Go” – (25 minutos para partir) – Otra vez Cash, aunque ahora en tono satírico, relata los últimos 25 minutos de vida de un condenado.

”El pueblo entero espera oirme gritar...Pedí que llamaran al alcalde pero salió a almorzar...El sheriff dijo que me va a ver morir y me reí en su cara y le escupí un ojo...Aquí viene el predicador para salvar mi alma, me habla de arder y yo tengo tanto frío...Ahora prueban la trampa y la cuerda y funcionan bien...Espero el perdón que me va a liberar, pero esto es verdad así que olvídense de mí...Con mis pies en la trampa y mi cabeza en el nudo ¿nadie va a venir a rescatarme?...Veo las montañas, veo el cielo y todo es muy lindo para morir...ya oigo los cuervos y aquí voooooooooy!!!!”

“Cocaine Blues” – (Los Blues de la Cocaína) – Nueva composición de Cash, sobre un crimen pasional: “la maté porque creí que era el único y tenía cinco más...”

“El veredicto fue asesinato en primer grado y grité ‘Señor, Señor, ten piedad de mí’ El juez sonrió mientras tomaba su lapicera. 99 años en la cárcel de Folsom, 99 años bajo tierra. No puedo olvidar el día en que le disparé a esa maldita puta...”

“I Got Stripes” –(Tengo franjas) – Obviamente refiriéndose a aquel famoso traje de prisioneros de franjas negras sobre blanco que tanto vimos en filmes, Cash una semana en la vida de un prisionero.

“Un lunes mi mamá vino a verme, el martes me pescaron con una lima, el miércoles me confinaron a pasar solo, el jueves comenzaron a darme pan y agua por un tiempo. Tengo franjas, franjas por mis hombros, tengo cadenas alrededor de mis pies y las cadenas me están por matar...”

Muchas otras incluyen “Prison Trilogy” (Trilogía de la prisión) de Joan Baez, instando a destruir las cárceles, cantando sobre tres ejemplos de abuso dentro de ellas. “I’m Here To Get My Baby Out Of Jail” (Vengo a sacar a mi hombre de prisión) por Leona Williams, al raudo rescate de su pareja; “San Quentin” de Haggard, contando cómo aprendió a odiar esa prisión día a día; “Momma’s Waiting” (Mamá espera) de y por Kenny Rogers, sobre un joven que, bajo salida transitoria, va a visitar a su madre, quien cree que su hijo es realmente alguien exitoso; “Snakes Crawl At Night” (Las víboras salen de noche), otro crimen pasional compuesto por Mel Tillis e interpretado por Charley Pride.

LOS REBELDES
Pero como siempre, el reducto para escuchar todo lo que va contra la corriente en estos últimos tiempos es, sin duda, el movimiento de Country Alternativo. El sello discográfico Bloodshot Records propuso a sus artistas editar una serie de tres cds titulados “The Executioner’s Last Songs” (Las últimas canciones del verdugo), donde talentos alternativos como Kelly Hogan, Paul Burch, Jon Langford, Steve Earle y Dave Alvin, junto a muchos otros, hacen sus versiones de clásicas “prison songs” junto a canciones con la muerte y el crimen pasional como leit-motiv.

Para escuchar fragmentos de estos cds, los invitamos a hacer click aquí.

Otras selecciones de canciones carcelarias.

Nuevamente, invitamos a los lectores a un ejercicio de memoria, de búsqueda, para ampliar la selección aquí incluida y poder adentrarse en este subestilo tan particular, tan triste seguramente, dentro de los múltiples temas de nuestra tan querida música country.

Raúl J. Tejeiro

 

 

Volver a página principal (Home)