Roy Rogers


Considerado por la mayoría como el más importante cantante cowboy de todas las épocas (galardón que podrían discutirle Gene Autry o Tex Ritter), Roy Rogers construyó el arquetipo del artista integral, merced a su participación como cantante y como actor en cine y televisión, lo cual contribuyó enormemente a la difusión de la música country no solo en EE.UU sino también en todo el mundo. Ello le valió ser reconocido como “King of the Cowboys”, apodo que quedó inmortalizado en una canción homenaje de este legendario artista.
Hijo de un zapatero (Andy Slye) y una granjera (Mattie), Roy trascurrió su infancia en Portsmouth, Ohio, a unas cien millas de Cincinnatti, donde había nacido. De niño aprendió a montar a caballo rápidamente, gracias a la fascinación que le generaban las primeras películas de cowboys que pasaban en el cine del pueblo, con las legendarias interpretaciones de Buck Jones y Tom Mix. Roy tenía un gran orgullo por su madre, quien padecía una renguera producto de una poliomielitis sufrida en la infancia, lo cual no le impedía criar a sus hermanas Mary, Cleda y Kathleen. Por su parte, su padre era aficionado a tocar mandolina y guitarra, inculcándole de esta forma la pasión por la música. De joven aprendió a cantar yodel, un estilo que incorporaría en varias de sus canciones.
Cansado de las duras tareas y lo poco redituable de las labores de la granja, de adolescente decidió ir a trabajar a la zapatería de su padre, de modo de hacerse de sus primeros dólares. A raíz de un viaje que tuvo que hacer a California para participar del casamiento de una de sus tres hermanas, Roy quedó fascinado por la belleza de sus ciudades y el incesante movimiento de gente que contrastraba enormemente con el lacónico paisaje de la granja. De regreso a ella, y con el sueño aún latente de los destellos de la gran ciudad, no lo duda más y decide, en 1929, partir nuevamente a California junto a un primo.
Trabajó en diversos oficios (camionero, recolector de melocotones, etc) hasta que con sus primeros ahorros hace la primer gran adquisición de su vida: una guitarra. Es que a Roy le encantaba entonar esas melodías vaqueras que escuchaba por radio. Gracias a la insistencia de su hermana Mary, un día decide presentarse en un programa de radio que descubría nuevos talentos: el “Midnight Frolic”, en el que cantó algunos yodels y por el cual tuvo buenas críticas. Es así que lo llaman para que se integre al grupo musical “Rocky Mountaineers” donde conoce a Bob Nolan y Bill "Slumber" Nichols, con quienes luego formaría en 1932 el trío “The International Cowboys”.
No del todo conforme con el trío, en junio de 1933 Roy conforma un nuevo grupo llamado “The O-Bar-O Cowboys”, con el cual hace una pequeña gira por el sur de EE.UU, pero con muy magros resultados. Eran épocas de la post-depresión donde lo ganado apenas alcanzaba para pagar la gasolina. Las largas travesías y el calor agobiante hacían el resto. Contaba Roy en sus memorias, que en muchas ocasiones, comían conejos o aves que atropellaban o cazaban en la ruta. En una de sus incursiones radiales el grupo era entrevistado y hacían comentarios de sus preferencias gastronómicas.
Roy mencionaba como extrañaba el lemon pie que le preparaba su madre. Esa noche, mientras dormían en la cabina de un camión, escuchan que golpean la puerta. Cuando la abren, ven a una joven (Arline Wilkins) y su madre que le alcanzaban un lemon pie. Tal gesto constituyó una suerte de “flechazo” con la joven, con quien mantuvo intercambio epistolar, para finalmente casarse en 1936.
Pero volviendo a los duros inicios musicales, y con cierto temor aún a emprender una carerra solista, decide dejar la banda. A los pocos meses es invitado a participar en el grupo “Jack and His Texas Outlaws” para una emisión radial en la estación KFWB. Como a Roy le encantaba incorporar armonías vocales en el repertorio, algo que no gustaba tanto a Jack, decide abandonar el grupo. A fines de 1933, por fin hace un último intento y crea una nueva banda, para lo cual se une a Tim Spencer (integrante de “The O-Bar-O-Cowboys”) y Bob Nolan (este último ex-integrante de “Rocky Mountainers” quien trabajaba, a su vez, de guardavidas y de caddie en un club de golf). Queda así conformado “Pioneer Trio” que años más tarde se transformaría en “Sons of the Pioneers” (con el aporte de Hugh Farr en violín y su hermano Karl Farr en primera guitarra). y que tendría, ahora sí, un enorme éxito musical y que a la postre, sería también el gran trampolín para la futura carrera de Roy.
El sonido del grupo caracterizaba por las armonías vocales y un sonido meloso y relajado que permitía trasportarse dentro de las propias películas de vaqueros tan populares en esa época. Quizás Roy era el menos talentoso del grupo ya que los arreglos vocales estaban a cargo de Tim Spencer y las letras eran de Bob Nolan, a quien se le debe dos de los mayores éxitos del grupo: “Tumbling Tumbleweeds” y “Cool Water”.

Pero la figura apuesta de Roy le valió una gran oportunidad en 1937, en ocasión de un casting para la película “Under Western Skies”, el cual gana y accede al papel principal del film. Meses antes Roy había participado como extra en algunos filmes bajo el nombre de Dick Weston, que era el nombre artístico con el que se presentaba en algunos shows, y sus perfomances ya habían llamado la atención.
A partir de allí, y ya con el nombre de “Roy Rogers”, su carrera trascurre casi exclusivamente por los sets cinematográficos, tanto en películas como en series para televisión. Junto a su blanco caballo “Trigger” y la protagonista femenina de la mayor parte de sus películas: Dale Evans, conformaron un trío protagónico con el cual filmarían alrededor de 100 films: “Under Western Skies” (1938), “The Carson City Kid” (1940), “Dark Command” – junto a John Wayne (1940), “Robin Hood of the Pecos” (1942), “The man from music mountain” (1944), “Along the Navajo trail” (1946), “The Cowboy and the Señorita” (1947), “Roll of Texas Moon” (1947), “Night time in Nevada” (1949), “Trail of Robin Hood” – con Olivia de Havilland (1951), “Son of Paleface” – con la participación de Bob Hope y Jane Russell (1952), “Pals of the Golden West” (1953), por citar solo algunos.
Si bien Roy decide firmemente dedicarse a la carerra cinematográfica, razones contractuales con la empresa cinematográfica Columbia hace que deje momentáneamente su participación con el grupo Sons of the Pioneers. No obstante, el grupo siguió su propio rumbo con bastante éxito también, sin por ello romper definitivamente el vínculo con Roy, al punto que participaron junto a él en varias películas. En 1947, y luego de haber pasado 14 meses del fallecimiento de su primer esposa Adele con quien tuvo dos hijos (murió tras el parto de su segundo hijo, Roy Jr), se casó finalmente con la compañera y heroína de sus películas: Dale Evans, mientras filmaban “The Cowboy and the Señorita”.

Con ella tiene nada menos que siete hijos más. Dos de ellos adoptados: Debbie (moriría en un accidente de ómnibus en 1964) y John (moriría en 1965 cuando servía al ejército). En 1952 sufren la pérdida de otra hija: Robin, de tan solo un año de edad. Hacia fines de los años ’50 se trasladan a Apple Valley (California), donde deciden invertir gran parte de su fortuna en negocios inmobiliarios. Allí posteriormente funcionaría el Museo Roy Rogers, en cuyo frente aparece una estatua de Roy montado en su caballo “Trigger”.
Entre 1952 y 1954 Roy produce su propio programa de televisión: “The Roy Rogers Show”, con la participación de Dale Evans. Además participa en series como “The Fall Guy”. En 1965 moriría quien fue su gran compañero de aventuras, el caballo “Trigger” a la edad de 33 años.

Dale Evans Roy en sus inicios grabó para el sello Decca, pero luego la mayoría de sus discos fueron grabados para la RCA-Victor (incluyendo grabaciones a dúo junto a Dale Evans, como las placas “Sweethearts of the West” y “Peace in the Valley”. En su última etapa firmó para los sellos Capitol, Word y 20th Century. Con este último sello en 1974 alcanza un top 20 con el tema: “Hoppy, Gene & Me”. En 1980 graba para MCA, junto a Sons of the Pioneers, el tema “Ride Concrete Cowboy, Ride”, que sería la música principal del film “Smokey & The Bandit II” protagonizado por Burt Reynolds . Su última participación cinematográfica data de 1975, en el film “Mackintosh and TJ”, junto a su hijo Roy Jr, quien también inicia su carrera de cantante. En 1983 lo acompaña en algunas canciones en el álbum “Dusty”.
Uno de sus temas más recordados es sin dudas “Happy Trails”, escrito por su esposa Dale Evans, y el cual fue interpretado por artistas no country, como Don McLean o la banda de rock de San Franscisco “Quicksilver Messenger Service”, aunque en rigor de verdad, mucho mejor rememorado en el dúo junto a Randy Travis, en un disco de este grabado en 1990 junto a figuras estelares del Country Music.

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Sus últimos años los pasa regenteando su propia cadena de restaurantes, y administrando sus negocios inmobiliarios. Junto a Dale, dedican parte de su tiempo en participaciones de ayuda con la iglesia. En 1991 aparece el disco homenaje (“Tribute”), donde canta a dúo con artistas contemporáneos de la talla de Randy Travis, Clint Black, Emmylou Harris, Kentucky Headhunters, entre otros. En 1992, se realiza un documental sobre su vida: “Roy Rogers, King Of The Cowboys”, el cual fue presentado en el festival cinematográfico de Rotterdam. Finalmente, y a la edad de 86 años, fallece el 6 de julio de 1998, en Victorville (California), víctima de una insuficiencia coronaria. Su fortuna personal para entonces había sido estimada en 100 millones de dólares.
A Roy se le debe haber llevado la música Western a una popularidad tal, que alcanzaría los niveles medios y altos de la sociedad norteamericana. Rivalizó sin dudas en su época, con la figura de Gene Autry, pero aún sin poseer la voz de éste, logró con su particular carisma y fuerte personalidad para interpretar los films, un arquetipo de artista integral respetado por todas las clases sociales, y que revalorizó el sentir patriótico del pueblo norteamericano. Por otra parte, jamás mostró faceta alguna de escándalos, y siempre se mostró amable y agradecido con sus fans. Más allá de la enorme fortuna alcanzada, siempre guardó rastros de humildad, a sabiendas de sus orígenes humildes en Ohio. Como corolario, fue el único artista en lograr ingresar dos veces al “Country Hall of Fame”, una como solista (1988) y otra por su participación en “Sons of the Pioneers” (1980).


 
Roy Rogers y los Sons of the Pioneers interpretando "Dust"

Dr. Jorge Alonso - Buenos Aires, República Argentina.




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